En medio de la guerra con Hamas, Hezbollah aprovechó el caos para atacar a Israel que, para estas horas, sufre la mayor operación militar del grupo terrorista islámico en años.
Hasta ahora más de 700 han muerto en Israel y un número desconocido de israelíes (superior a 100) fueron secuestrados y tomados como rehenes, lo que provocó consternación y complicó su campaña de represalias militares.
En ese sentido, desde el norte de Israel, este domingo Hezbollah lanzó misiles guiados y proyectiles de artillería “en solidaridad” con la ofensiva de Hamás, sin causar víctimas contra 3 posiciones militares israelíes en las disputadas Granjas de Shebaa.
«Apuntamos con misiles los sitios de radar Zibdin y Ruwaisat Al-Alam», dijo el grupo terrorista en un comunicado.
Israel, a modo de réplica, disparó ráfagas de artillería contra el sur del Líbano el domingo después de que Hezbolá atacara. Hasta ahora no se confirman muertos ni heridos en la zona.
Los expertos en seguridad no descartan la posibilidad de que surjan nuevos frentes para Israel, especialmente en la frontera norte con Líbano, volátil y donde operan las facciones palestinas y la milicia chií Hezbollah, que cuenta con un arsenal de cohetes.