Por José Chih-Cheng Han – Embajador de la República de China (Taiwán)
El 13 de setiembre de este año, el Ministerio de Defensa de la República de China (Taiwán) reveló que nuestras Fuerzas Armadas detectaron 35 aeronaves chinas de guerra alrededor de Taiwán, 28 de ellas cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán, algunas se trasladaron a través del canal Bashi (vía marítima entre Taiwán y Filipinas) al Pacífico Occidental para unirse al portaviones Shandong que navegó muy cerca, a solo 60 millas náuticas desde el punto más al sur de la isla de Taiwán, para un “entrenamiento conjunto marítimo y aéreo”.
Una prueba más de la agresiva actitud belicista de China comunista, que ha intensificado la presión militar en la región y está amenazando el modo de vida democrático en Taiwán. El expansionismo de China comunista no se detiene en Taiwán. El régimen chino utiliza las actividades de las zonas grises de los mares de China Oriental y Meridional para ampliar su poder y justificar sus reclamos territoriales opresivos. Todas estas maniobras están causando graves preocupaciones por lo difícil que se ha vuelto mantener la paz.
El 92 % de los semiconductores avanzados del mundo, los chips que ayudan a que funcione la tecnología de todos tus dispositivos y vehículos inteligentes, provienen de Taiwán. Y más del 50 % de la carga marítima del mundo también atraviesa el estrecho de Taiwán cada día. Cualquier conflicto que se produjera en esa zona tendría consecuencias desastrosas para la economía mundial.
Las Naciones Unidas (ONU) continúa siendo la mejor plataforma para el diálogo mundial, pero Taiwán sigue siendo excluido de la ONU por la distorsión de China comunista sobre la Resolución N.º 2758 de la Asamblea General de la ONU del 25 de octubre de 1971. Esta resolución ni afirma que Taiwán sea parte de la República Popular de China (RPC), ni otorga a la RPC el derecho a representar al pueblo de Taiwán en la ONU y sus organismos especializados. Esta resolución solo determina quién representa al estado miembro China. La consiguiente tergiversación de la resolución 2758 contradice los principios básicos defendidos por la carta de la ONU y debe ser rectificada.
Agradecemos al Paraguay por la hermandad, por compartir los mismos valores y principios y por hacer oír la voz del pueblo taiwanés en los diferentes organismos internacionales de donde está excluido por presión y distorsión de China comunista. La amenaza diplomática y militar de parte de China contra Taiwán sigue, pero la determinación de defender la forma de vida que disfrutamos es innegociable.