Luego de la controversia desatada tras la visita del ministro de economía argentino, Sergio Massa, nos comunicamos con Nicolás Márquez para conocer como se había vivido el tema en el vecino país. Más aún, teniendo en cuenta el contexto argentino, en el cual Massa es candidato a presidente por el oficialismo.
Nicolás Márquez es analista político, reconocido conferencista y abogado, autor de los libros “Perón, el fetiche de las masas” (2015), “La máquina de matar: biografía definitiva del Che Guevara” (2017), “La dictadura comunista de Salvador Allende” (2022). En el año 2016 escribió en calidad de coautor el best seller “El Libro Negro de la Nueva Izquierda” con el politólogo Agustín Laje.
¿Qué piensa del extraño malentendido entre el ministro de Economía argentino, el kirchnerista Sergio Massa y el gobierno paraguayo de Santiago Peña, respecto al tema del pago del peaje en la hidrovía?
Lo único que te puedo decir es que, Sergio Massa es un hombre que no es competente, tardó 22 años en recibirse de abogado, es ministro de economía, no sabe ni de economía ni de derecho, y el Gobierno de Alberto Fernández es un caos. Hay ministros con los cuales no se habla, ministros que responden a Cristina Kirchner, ministros que responden a él y ministros que responden a Sergio Massa; o sea, hay una descoordinación interinstitucional que lleva luego a cometer este tipo de papelones. Así que yo creo que esa falta de comunicación tiene que ver con Fernández, con la falta de homogeneidad dentro del propio gobierno, que tiene un poder tripartito y entonces nadie termina de gobernar ni de imponerse. Es una cosa anárquica, desordenada, con ideologías cambiantes y difusas, con intereses políticos cambiantes y difusos, y todo funciona así prácticamente desde su inicio. Y con la incorporación de Massa, que es una suerte de superministro de economía, siendo abogado que no sabe derecho, el caos se acentúa. Por eso somos el país con la segunda inflación más alta del mundo y un dólar que, cuando ganó Alberto Fernández las PASO, valía 40 pesos y ahora vale cerca de 800 pesos.
¿Cómo afecta la imagen electoral de Sergio Massa este traspié internacional, teniendo en cuenta su debilitada imagen interna en Argentina, siendo el ministro de una economía en crisis?
No, no, el argentino es poco propenso a la cuestión internacional. El argentino vota en función de la coyuntura local del bolsillo, de si vive mejor o si vive peor; y tiene un voto muy muy localista, ni conoce, ni sabe, ni se entera muy bien de qué se trata la política internacional, ni de este gobierno ni de los anteriores; ni siquiera es propenso a leer noticias internacionales o diarios extranjeros en general, salvo un círculo rojo muy específico, muy muy informado.
¿Qué significa en términos políticos el fenómeno de Javier Milei, en contrapartida al oficialismo kirchnerista representado, en este caso, por Sergio Massa; y qué propone Milei que sea diferente al gobierno actual?
Bueno, Milei es la antítesis del Gobierno actual. Milei propone desparasitar el estado, achicar el estado, bajar los impuestos, bajar el gasto político, sacar el Banco Central, que es el organismo que emite papel moneda sin respaldo y eso genera inflación. Entonces, dolarizar la economía para que la clase política no tenga chance de hacer gastos demagógicos y deficitarios porque no puede emitir moneda, entonces de esa manera forzosamente vamos camino a un equilibrio fiscal.
El otro punto es la desregulación laboral. Es una reforma tendiente a la economía de mercado radical. Y la otra, la que padecemos actualmente es una economía de inequívoco sesgo socialista. Así que, desde ese punto de vista estamos en las antípodas. Desde el punto de vista de la política cultural, bueno, venimos de 20 años de progresismo, incluidos “Juntos por el Cambio”, donde se impusieron leyes de género, donde se impusieron ministerios de género donde se impuso la Educación Sexual Integral (ESI) para pervertir y corromper psicológicamente a los niños; se impuso al aborto y, Javier Milei quiere derogar el Ministerio de Género, derogar la ley de aborto y de los 28 ministerios actuales solamente dejar 7. Ante lo cual también achicar drásticamente el gasto político. Son dos paradigmas completamente distintos.
En materia educativa, Javier Milei quiere dejar de financiar los colegios públicos, pero no para que la educación deje de ser gratuita, sino para otorgar vouchers. Esta es una idea histórica del economista premio Nobel 1974 Milton Friedman. Dar vouchers a los padres para que sean estos últimos los que elijan a qué colegio mandar a sus hijos. Luego el colegio beneficiario del voucher, que paga el estudiante, cambia la plata al estado; pero en definitiva es el estudiante el que elige y paga, con dinero del Estado sus estudios, en función del Colegio de su preferencia.
De manera que, hay un cambio radical, un cambio paradigmático también. De lo que se trata es de pasar a un sistema conservador en lo cultural, o por lo menos uno que no promueva la ideología de género y sus derivados, sino un estado que defiende la vida, la libertad y la propiedad como derechos fundamentales versus toda esta proliferación progresista, esta maraña de leyes que lo único que ha hecho es irrumpir con una tremenda agresión cultural y valórica en la idiosincrasia de la Argentina a través de las agendas estandarizadas del progresismo globalista, y modificarlas para retornar de lleno a nuestra idiosincrasia histórica.