Sí señores, no murió José Luis Perales. Tampoco sus canciones.
La Fake News me trajo a la mente, quien sabe por qué, una de las canciones más sonadas de este autor español, artífice de innumerables y memorables éxitos. Hoy la quiero rescatar, por el momento que atraviesa la humanidad y sobre todo, ellos: los niños.
Allá por los años 80, José Luis Perales compuso la letra de la canción “QUE CANTEN LOS NIÑOS, que con los años se convirtió en un himno de la lucha y la defensa de la niñez. La compuso en nombre de Aldeas Infantiles SOS, organización internacional pensada para la protección infantil, luego de visitar una Aldea cercana a Buenos Aires, donde había niños huérfanos, marginados de la sociedad, de la calle, que fueron recogidos en unos centros dirigidos por mujeres voluntarias. A partir de allí quiso colaborar. Su composición es parte de su colaboración.
La verdad, la paz, la vida, el sufrimiento, la felicidad, el dolor, el amor, mamá, el cielo, las flores, el mar, el jardín, el pan, EL AMOR, forman parte de una búsqueda constante por hacer escuchar la voz de lo más sagrado y bendito que tiene la humanidad, y también lo más vulnerable: los niños.
En tiempos complejos, tan difíciles y conflictivos para la humanidad, tengo la certeza de no ser el único que encuentra un profundo sentido y sentimiento en cada verso de esta canción. Quienes tenemos la gracia de ser padres, -sin menospreciar a nadie-, vivimos, quizás, el momento más desafiante y si se quiere, aterrador, para criar a nuestros hijos. Criarlos en y desde el amor, protegidos, en el ambiente de armonía y paz que merecen vivir.
Lo maravilloso de esta composición, es que la canción busca darles voz a los niños, pero al mismo tiempo invita a escucharlos. ¿Por qué? Porque simplemente, EN ELLOS ESTÁ LA VERDAD.
Quien observa, escucha y siente a un niño, ve resumido lo mejor de la humanidad: la pureza, la inocencia y el amor.
Ojalá los adultos aprendamos a ser como niños. Como lo que alguna vez fuimos.
QUE CANTEN LOS NIÑOS
Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar,
que unan sus voces y lleguen al sol, en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz, y aquellos que sufren dolor,
que canten por esos que no cantarán porque han apagado su voz.
Yo canto para que me dejen vivir, yo canto para que sonría mamá,
yo canto porque sea el cielo azul, y yo para que no me ensucien el mar.
Yo canto para los que no tienen pan, yo canto para que respeten la flor,
yo canto porque el mundo sea feliz, yo canto para no escuchar el cañón.
Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar,
que unan sus voces y lleguen al sol, en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz, y aquellos que sufren dolor,
que canten por esos que no cantarán porque han apagado su voz.
Yo canto porque que sea verde el jardín, y yo para que no me apaguen el sol
yo canto por el que no sabe escribir, y yo por el que escribe versos de amor.
Yo canto para que se escuche mi voz, y yo para ver si les hago pensar,
yo canto porque quiero un mundo feliz, y yo por si alguien me quiere escuchar.
Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar,
que unan sus voces y lleguen al sol, en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz, y aquellos que sufren dolor,
que canten por esos que no cantarán porque han apagado su voz.