Amparado en su condición de presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), acusando a todos de «cartistas» y al grito de «no voy a prestarme a este atraco», Efraín Alegre levantó la sesión de la Convención Liberal y se retiró.
Los ánimos terminaron de caldearse cuando Efraín Alegre ordenó que no se tratara el tema de su destitución; varios opositores subieron al escenario y las cosas se pusieron violentas.
A pesar de esto, Miguel Abdón Saguier, vicepresidente de la convención asumió el control de la misma y dio inicio al análisis de la nota presentada por los intendentes liberales que piden la destitución de Alegre.