El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tomó la decisión de cortar el acceso a internet en distintos puntos de la periferia de París que han sido los epicentros de disturbios y enfrentamientos en medio de las violentas manifestaciones.
Con un comunicado, el Ministerio del Interior francés explica que las restricciones se aplican con el objetivo de “prevenir la utilización de forma abusiva de las redes sociales y las plataformas para coordinar las acciones ilegales e incitar a la violencia”.
Las medidas, que empiezan a regir desde el 3 de julio, están enfocadas a “asegurar la seguridad y la tranquilidad pública en el contexto de los recientes disturbios. (La meta es) mantener el orden y la estabilidad en las zonas afectadas”.
La decisión ha sido criticada por la ONG Human Rights International que señala que “el querer limitar el acceso a internet en Francia es un acto de censura, que lo único que busca es que no se muestre la realidad del país”.