En la mañana de hoy, el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández, dio un informe con lo actuado en los primeros 100 días de su gestión. La conferencia de prensa transitó entre olvidos, excusas y la promesa de que a partir de ahora está listo para empezar la función.
Entre las referencias destacadas, afirmó que están desempolvando algunos casos «por riesgo de prescripción» y, al mismo tiempo, justificó que otros no avancen por estar en «etapa preliminar», como el caso abierto contra el exministro del interior, Arnaldo Giuzzio por sus vínculos con narcotraficantes.
Durante las audiencias públicas previas a su designación como fiscal general, Rolón, había afirmado que “Tenemos un Tribunal Disciplinario, una Inspectoría General, un Consejo Asesor en la Fiscalía, cuya finalidad pocos conocemos afuera” y agregó que “La gente debe sentir y saber que hacen estos organismos para que no permee la corrupción como existe hoy. Eso es una cuestión fundamental” pero, hasta el momento, nada cambió en ese sentido, y nada se sabe del trabajo realizado por esas dependencias.
Otro tema que preocupa a millones de paraguayos y no fue abordado en profundidad por la fiscalía, son las sospechosas (y millonarias) contrataciones del organismo. Según el propio Rolon, no es competencia de la Fiscalía, sino más bien de la Contraloría.