Buena repercusión tuvo el artículo anterior “El Judas sirio” aunque hubo una crítica en común; “Te quedaste corto”. Entonces, Aquiles Baez.
Este burro de Troya no le ganó ni a Efraín en el 18, cuando eso hubo que elegir entre el sida y el cáncer y vaya uno a saber porque el embajador se quedó con el último.
Descaradamente, el gay friendly Lee Mc Fagot fue a la casa del turco antes que acabe la elección y lo felicitó como el ganador cuando que, como diplomático, debería estar entre los últimos en hacerlo. Al saber que el candidato opositor le quitaba por lo menos treinta mil votos de ventaja, salió pitando de su sede mientras iba coordinando con Drácula Bestard del TSJE, uno de sus esbirros y defecación del stronismo, el final del show. Por ello, antes que baje el telón, este vampiro declaró que Marito llevaba 3% de ventaja sobre el otro por lo cual el resultado ya era irreversible debido al poco tiempo que quedaba.
¡WTF! ¡Toda bola terapia!
Me importa un bledo que me crean o no, enciendan el foquito de sus cerebritos si todavía anda y se darán cuenta que por más incauta que sea la gente, tampoco la pavada. Era imposible que este palurdo, pusilánime y cobarde quien huyo de todos los debates de su contendor en las internas coloradas, ya que apenas podía hablar y menos hilar una idea en los generales, recordándonos bien hijo de quien es, sea elegido por mayoría.
Era como cruzar un precipicio por un puente colgante maltrecho. Claro que muchos lo hicieron, arreados, empujados, pagados o extorsionados quizás, comenzando con gente del bajo y los del trato apuá, por eso este gobierno huele a cateura, hiede, como la basura que es. Nunca tuvo legitimidad, nunca fue de la gente sino un presente griego armado por lo enemigos de un Paraguay soberano, quienes, en vez de construir un caballo hicieron un burro de Troya.
Una vez instaurado el asno, su primer acto de gobierno fue quitar la bandera del Paraguay de la capital de Israel y devolverla donde estaba antes que Cartes sea presidente. Para creyentes y no tanto, este acto fue el anuncio de la maldición que caería sobre nuestro país de la mano del judas sirio durante todo este lustro.
Luego apuntó su veneno directamente a la gente el “Marito de la gente” y vino la propuesta dictada por su patrón el embajador del mal del cual fue su pokyra; el paquete anti lavado, un conjunto de 10 “leyes” en contra de la economía del Paraguay con la intención de frenar su crecimiento mediante el des aceleramiento de la misma. Este adefesio fue secundado por el gallinero en mayoría, en el cual las turuletas alharacas Celeste y Katya que más alto cacarean, dieron su voto a favor, las “patriotas” “anticorrupción”, par de pedorras.
En verdad la plandemia explica por qué prefirieron a este badulaque más que al otro, iba ser menos complicado o más fácil que cumpla las instrucciones para lo que se venía y así fue: un desastre, como todo lo que hizo, de ahí nunca mejor el mote de “Desastre ko Marito”.
Pero mientras se apretaba a la gente con el paquete antilavado que iba asfixiando la economía, quitando el pan de la boca a muchos, Marito y su gente, su familia política, lavaba dinero vía Miami y paraísos fiscales en las Bahamas, así de asqueroso, para escupirle en la cara a este maldito traidor.
Estúpido como es, le reconoció al chanta Guaidó como presidente de no sé qué, y dijo que mientras esté Maduro en el poder ni hablar de petróleo venezolano cuando que el Estado paraguayo le debe más de 350 millones de dólares a PDVSA y Guaidó no puede siquiera enviarnos un barril. Marito es un total imbécil.
Que me importa maduro, podrido o la guayaba, si puedo pagar dos o tres mil guaraníes por litro de combustible bailamos todos en una pata, pero Marito es un completo idiota. Y ¿quién carajo es nadie para meterse en los asuntos internos de otro país? Hay que tratar a los demás como quieres que te traten dijo Jesucristo, enemigo del Judas sirio.