Estamos en una época en donde muchas veces lo obvio hay que aclararlo, parece un contrasentido, pero en pleno siglo XXI estamos en esa tesitura llamada postmodernismo, y para entender un poco que es debemos entender de qué se trata este movimiento cultural.
El postmodernismo es un término que se refiere a un movimiento cultural que se originó en las décadas de 1950 y 1960 en Europa y América del Norte. Se caracteriza por un rechazo al modernismo y una afirmación de la complejidad y la multiplicidad de ideas y discursos. Por esa razón, titule este articulo como el «Postmodernismo y la explicación de lo obvio», porque como mencione anteriormente dada la complejidad de ideas, discursos, muchas veces se cae en los errores que pasaremos a detallar a continuación, el postmodernismo tiene problemas que han sido objeto de crítica y debate en los últimos años.
Uno de los principales problemas del postmodernismo es su tendencia al relativismo. En general, el postmodernismo afirma que no existen verdades objetivas ni valores universales y que todo es subjetivo y depende del contexto social y cultural. Si bien es cierto que es importante reconocer la diversidad cultural y el poder de la perspectiva, el relativismo puede llevar a la negación de la realidad objetiva y a la falta de compromiso ético.
Al no haber verdades objetivas dentro del postmodernismo, cabe mencionar a modo de ejemplo una frase de uno de sus mayores representantes que es el filósofo francés Michel Foucault, que dijo en pocas palabras que: “La sexualidad es una construcción social” negando toda verdad objetiva y hasta incluso pudiendo negar la naturaleza misma de los seres humanos.
Otro problema del postmodernismo es su falta de preocupación por la realidad material y las condiciones sociales y económicas. En lugar de combatir las causas de la opresión y la injusticia, el postmodernismo se centra en la deconstrucción de los discursos y la exploración de las perspectivas marginales. Si bien es importante escuchar y dar voz a las minorías, la lucha por la igualdad y la justicia requiere un compromiso con la realidad material y las condiciones sociales y económicas, y no en la desconstrucción de las sociedades, sus costumbres y sus culturales.
El postmodernismo también ha sido criticado por su falta de compromiso político y su apatía hacia la acción social, simplificando las culturas, reduciendo prácticamente todo a meras etiquetas, a modo de ejemplo podemos decir que una persona de color puede experimentar una forma de vida totalmente diferente a la de una persona blanca, dejando de lado con una afirmación así las complejidades y similitudes que puedan existir dentro de un mismo grupo étnico.
En lugar de luchar por el cambio social y político, el postmodernismo se centra en la exploración de las identidades y las perspectivas individuales, si bien es importante tener en cuenta la diversidad y la complejidad de las identidades, la lucha por el cambio social y político también requiere un compromiso activo y una acción colectiva. Por último, el postmodernismo ha sido acusado de falta de rigor intelectual y de exploraciones superficiales. En lugar de analizar detenidamente los fenómenos sociales y culturales, el postmodernismo se centra en el juego intelectual y la sofisticación conceptual. Si bien es importante tener una mente abierta y explorar diferentes perspectivas, la lucha por la verdad y el conocimiento también requiere rigor intelectual y análisis crítico.
En conclusión, el postmodernismo ha sido una corriente cultural importante que ha contribuido a la diversidad y la complejidad de las ideas y discursos. Sin embargo, también tiene problemas que deben ser abordados y debatidos críticamente. Es importante reconocer la diversidad y la complejidad de la realidad social y cultural, pero también comprometerse con la verdad, la justicia y la acción social.