La poca predisposición demostrada durante años por Efraín Alegre (y aumentada en el último tiempo) de dialogar con sectores que no respondan a sus intereses, es un factor determinante para el poco entusiasmo que despierta la campaña proselitista en la Concertación, en donde, lejos de estar unidos en torno a una chapa común, cada uno pelea por su propia candidatura.
Analistas políticos aseguran que la causa de todo esto es la eterna crisis liberal y, como dijimos al inicio, el espíritu sectario del candidato (por tercera vez) de la oposición, que no despierta ganas de trabajar por la chapa para las elecciones de abril próximo.
Las primeras encuestas realizadas en este proceso electoral, difundidas la semana pasada, ponen 20 puntos arriba al presidenciable colorado Santiago Peña, con un Alegre muy quedado, lo que refleja el poco entusiasmo que despierta su candidatura.
Faltando menos de 3 meses para las elecciones generales, observadores afirman que la cúpula de la Concertación se encuentra preocupada por la persistencia de Alegre en no buscar la unidad con la disidencia liberal, negándose incluso a atender llamadas telefónicas de importantes referentes, como publicó días atrás el líder de Equipo Joven, Blas Llano.
El tiempo se agota y si no hay un fuerte giro del timón, los expertos avizoran un panorama repetitivo en los comicios generales, con una tercera derrota consecutiva de la oposición. Destacan también que tanto ahora como en los casos anteriores, el buque insignia fue Efraín Alegre, con el catastrófico resultado que todos conocemos.
Con información de ADN Digital