Recientemente un economista de nombre Víctor Raúl Benítez fue invitado al programa «En Contexto» de la señal NPY para hablar de los 15 desafíos que tendrá el próximo gobierno. En esta presentación se puede apreciar una de las peores prácticas de la economía mainstream, me refiero a la casi patológica compulsión por lo estadístico. En realidad, y si acaso los datos estadísticos reflejan los hechos de los que se pretende hablar en términos económicos, es un absurdo metodológico no explicar cómo llegamos a tal estado de cosas, tirando números como si estos se explicaran a sí mismos. No, los números no explican nada por sí mismos y no importa cuántos números se amontonen en un análisis, si no se los explica a la luz de los principios económicos y políticos correctos, solo sirven de intento de pose intelectual.
El economista cita correctamente los números del Banco Mundial cuando dice que la economía paraguaya produce aproximadamente $ 40.000.000.000 anuales (Cuarenta mil millones de dólares anuales). Luego agregó que la presión tributaria en Paraguay es del 9,9%, dato erróneo, pero no es mi punto, sino señalar la falaz conclusión a la cual arriba, temerariamente, luego de dar esos dos datos: “prácticamente no hay Estado”. ¿Sabe usted amable lector a cuánto asciende el Presupuesto General de Gastos de la Nación para este 2023 en $? El PGN 2023 aprobado por los políticos y burócratas es de $ 14.324.693.042[1] (dólares catorce mil trescientos veinticuatro millones seiscientos noventa y tres mil cuarenta y dos). Si ese presupuesto se consolida en gasto, representa el 36% del PIB cuya fórmula es: C+I+G+XN[2] donde G = Gasto público ¿Cómo se anima a decir el experto que “prácticamente no hay Estado” si hoy el estado representa el 36% de la fórmula de nuestro PIB? Incluso ya en el 2020 el peso del Estado en el PIB fue de casi el 20% según el Banco Mundial ¿Cómo un Estado prácticamente inexistente, a decir de Benítez, consumiría el 20% del PIB?
Como mencioné el dato de la presión tributaria es erróneo, hace ya mucho tiempo que la presión tributaria sobre cada individuo en Paraguay sobrepasó el 10%, especialmente cuando se suman impuestos centrales y tasas locales. Sin embargo, metodológicamente y de buena fe tomaré el dato del economista y asumiremos que es de 10%. Benítez se queja, mezclando análisis estadístico con su opinión política, de que “grupos mafiosos que cooptan el poder en el Estado y están sobre representados”. Más adelante en su intervención se lamenta de que el malgasto público asciende a 1.650 millones de dólares anuales, dato refrendado por el BID[3]. Pero aquí también hay una serie de inconsistencias en su análisis. Comparar los 1.650 millones de dólares contra el PIB es, cuanto menos un error metodológico, cuando no una falacia, aunque Benítez concluya muy tranquilamente: “representa el 3,9 % del PIB”. No, señor Benítez, la comparación es espuria, usted debe comparar el monto de despilfarro público, no contra el PIB, sino contra el Presupuesto General de la Nación (PGN). Si usted, amable lector, me sigue, se dará cuenta que, si el PGN oscila entre 14 mil y 15 mil millones de dólares, un malgasto o despilfarro de 1.650 millones de dólares representa la friolera proporción del 10% o 12% del dinero que le damos al Estado, pero que los políticos y funcionarios corruptos “se lo tragan”.
Señor Benítez, ¿si usted reconoce que el Estado es “una mafia” y que dilapida corruptamente 1.650 millones de dólares anuales, por qué se queja de una supuesta baja presión tributaria? ¿Quiere que los paraguayos le demos más dinero a un Estado que despilfarra, por defecto, el 10% de los ingresos públicos? ¿Quiere que entreguemos más de nuestra producción a un grupo de políticos mafiosos que usan el 80% de ese dinero para pagar a la parentela, amantes y clientela política en salarios rígidos?[4] Usted, Benítez, ¿cree que dándole más dinero al Estado van a robar menos los políticos? ¿Ha probado dejar a los ratones cuidando el queso?
El experto Benítez, de forma alarmista se queja _ “la caja fiscal se encuentra deficitaria, 225 millones de dólares se pagó este año con PGN 2022”, y agrega– “El año entrante 250 millones de dólares del PGN va a las cajas jubilatorias”. Le consulto, ¿cuántas de esas cajas son fondos jubilatorios de funcionarios estatales? Todas. Inclusive la de IPS también, pues este ente es un monopolio estatal declarado y funciona bajo las mismas reglas que una seccional. ¿Entonces Benítez, usted quiere aumentar la presión tributaria sobre el paraguayo promedio para seguir pagando cajas jubilatorias de la “aristocracia” estatal (el paraguayo promedio no se jubila, señor), cajas que se encuentran quebradas por corrupción política o ineficiencia administrativa? Paraguayos que no se jubilarán nunca están pagando los sobrecostes gigantescos de la jubilación VIP de los funcionarios de “grupos mafiosos que cooptan el Estado”, usando el análisis del mismo economista.
Luego Benítez habló del endeudamiento del 35% del PIB, sugiriendo en tono muy festivo que, quizás, no es mucha deuda: “no es mucho, Japón tiene 250 % de su PIB, pero con el 9,9% de presión tributaria, imposible; es insostenible”¿En serio, usted, va a comparar una economía como la de Japón, que se encuentra en la cuarta revolución industrial con nuestra economía que, según sus palabras, es de “una matriz productiva de productos sin valor agregado dependiente de la naturaleza”? ¿La productividad promedio de Paraguay es la misma que la de Japón? ¿El PIB de Paraguay es el mismo que el de Japón? ¿Usted entiende que unos años de sequía pueden hacernos entrar de default, que los paraguayos trabajan en el campo a cielo abierto, mientras que los japoneses trabajan en fábricas cerradas produciendo tecnología? El comparar economías tan diferentes para justificar el nivel de endeudamiento es un error metodológico casi adolescente. Es similar a cuando mi hijo de 10 años se compara con Sol Cartes, diciéndome que quiere vivir como ella, sin darse cuenta de que es hijo de un tal Héctor Acuña.
Benítez, cuando usted habla de desigualdad miente al decir que es catastrófica. Es irresponsable usar esa palabra, y los profesionales debemos elegir cuidadosamente las palabras que usamos de tal forma que describan la realidad. El Magister en Economía Juan José Galeano, Director de la Dirección de Estudios Económicos del Ministerio de Hacienda, de la Subsecretaría de Estado de Economía del Ministerio de Hacienda, concluyó en un estudio que data de enero del 2021,[5] que “en los últimos 22 años Paraguay ha experimentado una reducción de la desigualdad medida por el índice de Gini”. Incluso se alega en este estudio que cualquier desigualdad producida por la pandemia del COVID19 tenderá a la regresión a la media de los últimos años debido a un “fenómeno rebote”, es decir, que se mantendrá la tendencia de las últimas dos décadas. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a quien usted menciona, también lo desmiente. En abril del 2022 emitió un boletín denominado “Desigualdad de Ingresos: EPH 1997-2021”[6], donde confirma lo dicho por Galeano: en todos los coeficientes Gini, que miden desigualdad de ingresos, existe una disminución sustancial de la misma. Es decir, estamos ante la sociedad paraguaya más igualitaria de la historia. Incluso el Gini 90/10 es menor, es decir, que los extremos de la distribución están más cerca y hay menos desigualdad entre “los más ricos” y “los más pobres”. Por eso decir que la desigualdad en el Paraguay es “catastrófica” es una mentira.
Podría seguir analizando los errores metodológicos y falacias del economista Benítez en su intervención en la televisión. Pero me basta lo anterior para los fines de este artículo. En general puedo concordar en la mayoría de los datos estadísticos que presentó en el programa y eso nos habla de que intentó ser honesto, o al menos, congruente; sin embargo, su estrecha visión política particular y su acotada explicación de los números que presentó son evidencia de que presenciamos un show televisivo y no un análisis económico. La economía no es matemáticas, Benítez, y la peor forma de estudiarla o presentarla son las estadísticas. Es necesario y ético enseñar los argumentos que expliquen esas estadísticas para que el relato no se convierta en farsa.
En términos de principios, quizás estoy de acuerdo, al menos inicialmente, con algo que intentó esbozar el experto en su intervención, y es que el Estado es una mafia, un grupo de saqueadores[7]. Si Benítez acuerda en ello, no comprendo su afán de aumentar los impuestos e incrementar el gasto público corrupto y clientelar. No sé cómo duerme con esa inconsistencia teórica en su cabeza, espero que bien, aunque dudo mucho que sueñe con Murray Rothbard[8].
[1] https://www.ip.gov.py/ip/el-ejecutivo-promulga-la-ley-del-presupuesto-general-2023/
[2] Donde: C = consumo, I = inversión, G = Gasto Público y XN = diferencia entre exportaciones menos importaciones.
[3] https://www.ultimahora.com/bid-ubica-paraguay-paises-peor-gasto-publico-la-region-n2863779.html
[4] https://www.ultimahora.com/salarios-se-llevaron-76-cada-100-guaranies-que-recaudo-el-fisco-n2936301.html
[5]https://www.economia.gov.py/application/files/3816/4968/7175/DDT_La_desigualdad_en_Paraguay_principales_determinantes_VF_080422.pdf
[6] https://www.ine.gov.py/Publicaciones/Biblioteca/documento/2258_diptico%20DESIGUALDAD.pdf
[7] El manifiesto libertario, M. Rothbard, p.71. Unión Editorial. 2013.
[8] Murray Newton Rothbard fue un economista, historiador y teórico político estadounidense perteneciente a la Escuela austriaca de economía, que contribuyó a definir el libertarismo moderno y popularizó una forma de anarquismo de propiedad privada y libre mercado al que denominó anarcocapitalismo.