No se debe ya decir hemos llegado al colmo o estamos todos locos, entiendo bien el uso de estas expresiones que se utilizan adrede como exageraciones para dar énfasis a situaciones lamentables o criticables. La cuestión es que son algunos pocos los que quieren generar hoy día estados inaceptables y demenciales e imponerlos a los muchos no con buenas intenciones. Tampoco son equivocaciones, sino provocaciones con fines perversos para dejar en «or say» a los insumisos y tener así excusas para la persecución. En fondo, autoritarismo puro y duro aunque disfrazado de: «no a la discriminación», tanto racial como sexual, «sí a la diversidad» y todo aquel que no cuadre en este marco está en pecado secular.
Lo intentaron en el rugby y no prosperó por ridículo, prueba que hubo otras intenciones detrás. Deporte que desde sus inicios en la historia se caracterizó por ser naturalmente diverso, inter-racial, la campaña contra «toda forma de racismo» fue como llover sobre mojado, sin sentido, estúpida.
Por su parte, en el fútbol, la exagerada diversidad está desplazando a la identidad. Ver un juego entre selecciones ya no parece una confrontación de naciones si no de equipos multiétnicos y pluriculturales con distintas camisetas cuales clubes. Por mi todo bien si sucede de modo natural como en el rudo deporte de manos, pero para el establishment de lo estúpidamente correcto siguen habiendo «odiosas» excepciones como la selección Argentina y la de Croacia que hoy se enfrentan en un duelo blanco que me encanta.
Según Infantino, presidente de la FIFA, el de Rusia fue el mejor mundial de la historia, de acuerdo, pero para mi no solo por la organización si no porque la copa de oro Jules Rimet la llevó el mejor equipo de futbol a mi modesto entender y no el más poderoso, ni el más popular o el de mayor hinchada. No obstante, mucho se escuchó en aquel entonces que el campeón del mundo no parecía la selección de Francia sino de su ex colonia Argelia, argumento difícil de refutar.
El tema es que la estulticia llegó al colmo y no porque estemos todos locos, si no a causa de unos pocos hijos del diablo de una la vil elite a la cual pertenece Jeff Bezos, dueño de amazon y ahora del Washington Post, periódico que criticó via twitter al seleccionado argentino por no tener diversidad. ¡Carajo cuanta demencia! ¿Hasta cuándo Señor? ¡Danos permiso para derramar el vino de los enemigos de la humanidad! ¡Por la sangre de Cristo! ¡Pero por Dios! ¡¿Que es esto?!
Por suerte, y para descomprimir el deseo de incendiar ese pasquín propagandístico del nuevo fascismo, alguien respondió con sentido común y del humor en la misma plataforma: «Es un equipo de fútbol y no una película de Netflix» ¡Toma hijo de puta! Así me decía la curepa cuando largaba.
Ahora bien, un detalle muy importante para que se den cuenta de esta joda, háganse de un tiempito y busquen la foto del equipo de Ghana, verán que son puro chocolate oscuro, el amargo, el que más porcentaje de cacao tiene y sin embargo el Washington Post de Bezos no protestó ni por si acaso por la falta de diversidad. Repugnante hipocresía y asqueroso doble rasero.
Esta tarde se escucharán en la cancha expresiones como «¡Andá a la concha de tu madre!», notablemente, lo crean o no, este deseo se expresa mucho en Croacia también, por ende, si escuchan «¡Ne kidu pisdu matter!» quiere decir exactamente lo mismo que en castellano.
Quiero que conste tambien que siempre fuí fanático de los Pumas, equipo nacional del rugby argentino, pero desde que empezó esta paja de la diversidad, más fanático me volví porque siempre los que lo conforman son blancos, todos, la mayoría pertenecen a barrios chuchis como el de San Isidro cuando no hidalgos rurales de alguna provincia y ninguno habla como vairo curepa, es un equipo de lo más homogéneo.
Richie Dene Gervais, comediante británico, Maestro de Ceremonia de los premios Globo de Oro, el equivalente al Oscar entregado por la prensa extranjera, se burló de todos esos famosos actores de Hollywood en sus operadas caras. Les dijo que no tenían idea de la realidad, que se creían la gran cosa y no lo eran, que la mayoría fueron amigos del suicidado y degenerado Jeffrey Epstein y que se podían ir todos a la mierda que a él le calentaba un pedo. ¡Fantástico y merecido! Hace poco vi una parte por youtube que me hizo descostillar de risa cuando dijo que mandó suspender la lista de actores fallecidos ese año porque no hubo suficiente diversidad entre los muertos, ¡¡Espetacularr ar ar!!
Así que hoy por fin, un duelo blanco sin la pelotuda diversidad. Me compré una tableta de chocolate blanco con avellanas, suizo por supuesto, para saborearlo durante el partido. Puedo agregar un vinito blanco y una rubia de tez blanca al lado y nos completamos, todo en dulce y blanca armonía.
!Salud! Y que gane el mejor.