No esperábamos nada de él y aun así se las ingenió para decepcionarnos y ya suma más decepciones que la mismísima albirroja, y eso es mucho decir.
Nicolás Zárate, quien funge de ministro de educación quedó al descubierto. Lleva meses intentando, con la complicidad de periodistas oenegeros, instalar la idea que la transformación educativa en ningún lugar menciona la ideología de género, cuestiones de género o, al menos, la palabra gay; pero como en la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso, la gente nunca les creyó y buscó, hasta que encontró aquello que tenían bajo siete llaves.
No son los primeros políticos que mienten y lamentablemente no serán los últimos, pero creo que es hora que quienes habitamos este bendito suelo hagamos lo que hay que hacer con los perjuros, y hay que hacerlo más allá de cualquier consideración personal respecto de la transformación educativa.
Los padres dijeron que sus hijos no se tocan y fueron tratados de oscurantistas y terroristas; una diputada europea les dijo que Paraguay había dado una lección de convicciones y defensa de los valores occidentales y le dijeron que era una fascista, retrógrada y mentirosa de la «ultraderecha» (nadie me sabe decir aun y con certeza a que se refieren con este término) y todo en vano, ellos insistían en su mentira.
Pero bastó un video de una activista (Diva Riquelme) en redes sociales para hacer caer una mentira que les llevó muchos meses y muchos millones de guaraníes (los medios no trabajan gratis) construir. Una mentira que no solo estaba dirigida a los paraguayos de a pie, sino que los mismos congresistas fueron engañados, se les presentó la traducción incompleta de un documento.
Tomaron por idiotas a los congresistas y pretendieron tomar por idiota a una ciudadanía que no les cree y que lleva tiempo despierta; la ciudadanía ya se expresó al respecto, veamos que hacen los diputados y senadores.