Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco, dijo en su homilía que “la defensa de nuestras familias cristianas ante la amenaza de querer implantar a través de la Educación Sistemática impartida por el MEC ciertas terminologías que esconden el enfoque ideológico”.
Citó los términos: Género, concepto utilizado desde 1995 (género es igual a biología). Derechos: donde el Estado es el principal garante. Pérdida de la Patria Potestad: los niños son ciudadanos plenos; y 3 términos globales; inclusión: introducen orientaciones sexuales diversas y la interculturalidad donde justifican la ideología de género a través de la cultura. “Donde cada uno de ellos está contaminado por lo que se le llama ideología de género y la pérdida de la Patria Potestad de los padres que no condicen con nuestros principios de la Constitución Nacional art.49 “De la Protección a la Familia” y el art. 54 “Protección al Niño””, indicó.
“Estas son las preocupaciones, donde el Estado y nuestras autoridades nacionales de los tres poderes deben velar por los intereses de su pueblo y evitar ser avasallados con nuevos neocolonialismos que no respetan la realidad de nuestro país, donde grandes agencias internacionales quieren imponernos aquello que debemos enseñar y creer para recibir sus migajas de ayuda”, añadió.
Monseñor Escobar manifestó que “les recordamos a estas ONG´S que desde el año 1811 el Paraguay es un país libre y soberano y somos los paraguayos lo que decidimos qué enseñar y cómo educar a los hijos de esta nación. Y aquí es donde debemos vivir el Espíritu de la sinodalidad que nos invita el Papa Francisco, que es el espíritu de escucharnos unos a otros, trabajar mancomunadamente, caminar juntos, que no es otra cosa que hacer todos juntos lo que queremos lograr para sacar adelante a nuestros niños y jóvenes. Sínodo no es monólogo ni imposición por leyes o decretos”.
Aseguró que “es clave y esencial proteger la vida inocente desde el vientre de la madre, proteger a las familias, que es el fundamento de la sociedad. Se promoverá y se garantizará su protección integral. Esta incluye a la unión estable del hombre y de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de sus progenitores y sus descendientes”.