Comencemos con una chancha histórica, muy importante, no sé si tenía nombre, Miss Piggy no era, pero produjo una revolución que generó un milagro que los judíos celebramos hasta hoy; Hanukkah (Januca). En el año 170 A.C. Antíoco Epifanes IV saqueó Jerusalén, profanó el templo y esclavizó a muchísimos habitantes. El 25 de diciembre del año 168 A.C., él ofreció una puerca sobre el altar principal , prohibió el culto y obligó al pueblo a comer carne de cerdo. Estos terribles abusos provocaron la rebelión de los Macabeos que es una de las páginas más heroicas de la historia y la innovación de la guerra de guerrilla mediante operaciones comando al estilo FTC (Fuerzas de Tarados Conjuntos).
Algo similar está por suceder en USA con el defenestramiento del equino parlante Joe «Ed» Biden, caballo loco, viejo y desvencijado, por impeachment o muerte. Entonces le sucederá la ramera multiétnica Kambala Harris y profanará el templo más pulcro de la democracia norteamericana: la Casa Blanca. Esto es para quebrar el espíritu de los gringos a no ser que se produzca una rebelión como la de los hebreos.
REBELIÓN EN LA GRANJA
En el variopinto chiquero nacional se destaca un quinteto de puercas por negarse a derogar una puerqueza que quiere usarse como instrumento para degenerar a los niños en el colegio. Este distinguido y execrable puño de marranas incluye a una kure hu, petei moroti avei, otra que cacarea como turuleca ha mokoi cualquiera que se pierden en el resto para ser achuradas y asadas al azar.
¡Chingües! ¡Que poca madre! Dirían los mejicanos ante estas chanchas que venden las colitas de su prole por dinero, pobrecitos. Sucede que hay que recuperar los cientos de miles de dólares que pagaron para llegar al chiquero, entonces llegaron para robar o lo que es peor, venderse para que a los niños les puedan degenerar y ellas cobrar. Nada más repugnante. Son las mismas que defienden los adefesios denigrantes que discriminan a los hombres mediante las mal llamadas «leyes especiales», todas absolutamente inconstitucionales. O sea, proteger a las mujeres pero no a los niños. ¡Que cobardía! ¡Que porquería!
EL DISCURSO DEL MACABEO NACIONAL
Fue en el chiquero y quizás por primera vez ahí habló la voz del pueblo, expresó el sentir popular e irónicamente no pertenece a la piara. La ley escrita en nuestros corazones desde la fundación del mundo, el legado de los judíos a la humanidad, la cumplió el judío Jesús a cabalidad, el pentateuco, la Torah. También el Tanaj o Antiguo Testamento donde se puede leer que hay un tiempo para todo, incluso para matar. Eclesiastés capítulo tres.
Pero qué van a saber los burros de caramelos si nunca fueron confiteros. La prensa vendida, prostituida, ignorante y ciega diciendo cualquier cosa en vez de entender de una buena vez la naturaleza de las cosas y que estas no se pueden cambiar a golpes de artificios o adefesios y que en el perverso intento habrá reacciones naturales como el plomo de la bala incrustada en alguna frente de algún hijo de puta que quiera meterse con los hijos.
Ya lo dijo Jesús, el Señor y Salvador, puercas y puercos del demonio, repitan esto una y otra vez en sus perversas mentes y prepararse para morir: «A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y que lo hundieran en el fondo del mar». Mateo 8:16. No soy yo, sino Jesús. ¡Apología al delito! ¡Apología al delito! Hediondas feminazis.
NO GRACIAS
Claro, los chanchos se comen desde tiempo inmemorial, excepto los judíos por su religión, aunque hay algunos como la culebra muerta que siempre se le hacía agua la boca hablando del chanchito a la parrilla. Jesús los usó para transferir demonios, que original. Entonces, hay varios que quieren comerle a la kure hu y a la otra que en vez de ronronear cacarea, se ven apetitosas dicen, pero yo paso, desde luego, como judío no como chancho, sea puerco o cerda. Denle los chorizos a los de apellido Panza y Peña que se pondrán muy felices.
Por último, más vale rectifiquen rumbo las puercas del chiquero porque si no la próxima no les va a gustar lo que voy a publicar. Hoy suave, como pedo de ave, modo cuentito, no de los tres chanchitos pero si de George Orwellito, para que todos puedan leer y entender.
Shabat Shalom