Esta reciente semana que concluye, al menos, dos grandes mentiras que nos fueron repetidas una y otra vez, sistemáticamente por las autoridades y sobre todo las grandes cadenadas “informativas” o noticiosas a nivel mundial han sido desmontadas, de hecho, esas mismas cadenas casi no le dieron difusión a los dos hechos, porque sencillamente implica ir en contra de su juego de poderosos intereses políticos y financieros para los cuales operaran y disfrazan con el cliché de “línea editorial”.
Ahora bien, Ud. se preguntará ¿efectivamente, cuáles fueron las mentidas desmontadas? y en todo caso, ¿quién o quiénes fueron los artífices de esta operación de desmontaje de mentiras? La primera de ellas, el Congreso de la Unión Europea desarrolla una investigación sobre los mensajes secretos o la comunicación poco transparente de la Presidente de la Comisión Europea la alemana Ursula von der Layen intercambiados con Albert Bourla (CEO de la farmacéutica Pfizer) en el marco del desarrollo y venta de la vacuna contra el virus de Wuhan.
En el marco de tal investigación, se citó a Bruselas, sede del parlamento Europeo a Bourla, quien manifestó que por razones agenda no podría comparecer ante el mismo, por lo que la compañía decidió enviar al Presidente de Desarrollo de Mercados Internacionales, Janine Small. El momento clímax de esta interpelación, fue cuando el diputado holandés Robert Roos preguntó directamente: “¿Se probó la vacuna Pfizer COVID para detener la transmisión del virus antes que ingresara al mercado?, ¿sabíamos de la detención de la inmunización antes de que entrara en el mercado?”, la respuesta fue impresionante, pues, con enorme cinismo dijo simplemente: “¡no!” y se sonrió, a renglón seguido agregó: “Ya sabe, hemos tenido que movernos realmente a la velocidad de la ciencia para saber lo que está ocurriendo en el mercado”.
Pero no todo quedó allí, cuando se le preguntó a Small sobre las comunicaciones directas y secretas entre van der Layen yBourla, esto fue lo que respondió: “¿Cuántos mensajes de texto ellos intercambiaron? Yo no sé. Ni pienso decir cuántos recibí de líderes mundiales, no es que yo voy con un ábaco para chequear los mensajes de texto”.
En crudo, Pfizer engañó al mundo entero, literalmente, y como suelen decir los profesionales del derecho, “a confesión de parte, relevo de pruebas”. Ahora bien, el debate y la acción tanto de los gobiernos responsables como la ciudadanía en general es investigar si efectivamente altos funcionarios mundiales como nada más y nada menos la Presidente de la Comisión Europea estaba en conocimiento del ingreso al sistema de salud de tal vacuna sin las pruebas necesarias y lo que es peor aún, en caso de estar en conocimiento de ello, haber adelantado compras millonarias por parte de la Unión Europea más la inoculación masiva de dicho suero sin tener certeza que el mismo fuera efectivo contra la transmisión. Sin duda estamos ante un gravísimo hecho por el que los responsables deben ser sometidos a la justicia.
La otra mentira, no menos alarmante que la primera, viene dado por las recientes declaraciones de Jeffrey Sachs, conocido economista y consultor mundial, ex académico de Harvard, quien recientemente se pronunció sobre el conflicto ruso-ucraniano. Para muchos, les sorprendió sus declaraciones, para otros como yo, un simple observador periférico de este acontecimiento, tal vez, poco afiebrado o que trato de aplicar la máxima de quienes practican con seriedad el oficio de historiador: aproximarse a la realidad desapasionadamente, pero con gran profundidad para abarcar la mayor cantidad de factores posibles.
Dicho esto, resulta que Sachs dijo tres ideas un tanto controversiales o al menos no a tono con la línea editorial dominante en Occidente: la primera de ellas, que Occidente –y básicamente EEUU- empujó a Rusia al conflicto; la segunda, que los gasoductos rusos en el Báltico los averió EEUU y, por último agregó, que EEUU desea que el conflicto en Ucrania escale y el gobierno de Washington está utilizando a los ucranianos para sus intereses.
Un par de comentarios sobre los planteamientos de Sachs, ahora visto como un segundo Chomsky estadounidense. Lo primero es una monumental verdad y ya yo lo había señalado mucho antes que Sachs, es decir, la torpeza de Zelensky de incorporar a Ucrania en la OTAN constituye una amenaza directa a la seguridad rusa y cuya insistencia provocaría la respuesta de Moscú. Esto es un conocimiento muy básico de geopolítica al que el presidente Ucraniano tuvo acceso por parte de sus asesores y militares.
Segundo, sobre el daño a los sistemas rusos Nord Stream I y II, ya el Presidente Biden había sentenciado que no debían seguir operando, apenas una semana más tarde vimos la inmensas burbujas sobre el mar Báltico. Luego, se difundieron noticias que sobre las aguas flotaban decenas de pasaportes rusos, ¿qué buzo porta su pasaporte bajo el agua?, ¿si los rusos iban a realizar una operación secreta de auto-sabotaje, por qué los buzos llevarían sus pasaportes?, y finalmente, ¿si la operación de auto-sabotaje fue realizada con proyectiles lanzados por submarinos rusos, para qué utilizar buzos? De nuevo, no hay lógica para las respuestas y la supuesta evidencia encontrada.
En fin, creo que la clave en estas dos grandes mentiras que comienzan a ser desnudadas nos revelan la poca transparencia por parte de las autoridades que tienen una enorme influencia sobre la vida de millones de personas, la clave está en limitar el poder de los funcionarios y lo más importante, garantizar al máximo posible nuestra libertad ante las decisiones de burócratas que ejercen el gobierno del aparato estatal, un viejo debate que data desde los tiempos de Hobbes y su “Leviatán”, pero hoy es un desafío cada vez mayor vigencia en el mundo del siglo XXI.