Por Gabriela Vergara
Los impulsores de la ideología, mal llamado enfoque de género y el mal llamado “progresismo”, que no es otra cosa que utilizar a las minorías para beneficios de grupos de poder; en otras palabras, los representantes del globalismo y la agenda 2030 en nuestra nación soberana, tienen un discurso muy particular en nuestro país.
En la más que justificada polémica y debate, sobre Transformación Educativa, tratan a toda costa de imponer la noción de que “Los provida mienten y no pasa nada, no hay ideología de género”. Es una posición nueva, y me causa bastante curiosidad y hasta perplejidad: Ya casi no hablan de que somos retardatarios, homófobos, y la palabra “antiderechos” está casi ausente. Hay un giro en el discurso donde ONG’s de pañuelo verde o lila, se definen “pro-familias” y por poco no están a favor de la educación bíblica ya que “En Paraguay género sólo significa igualdad entre el hombre y la mujer, nada más”. O sea, en Paraguay, género tiene un significado distinto, neutro, atenuado, moderado, mitigado, según ellos, “nada que ver con lo de trans, qué lo que dicen”
En primer lugar, realmente es desagradable que en un país severa y gravemente atrasado en educación de calidad, donde hay niños que llegan a 6to grado sin saber leer o matemáticas básicas, tanto en el sector público como el privado, tengamos que detenernos tanto tiempo para tratar de detener agendas de intromisión extranjera, millones de por medio en la educación. Pero no nos dejan alternativa.
Nos tratan de exagerados mientras están en nuestras narices noticias de un mundo se cae a pedazos en cada vez más degeneración, vemos niños recibir clases de transexuales drag Queens que les enseñan a “no discriminar” “a ser lo que quieran ser” y que pueden tener “dos mamás y dos papás”, cuando deberían estar aprendiendo historia, lengua o matemáticas”. Vemos por todas partes que el enfoque de género no es sólo “igualdad entre el hombre y la mujer”, y “entender las problemáticas de las mujeres con un enfoque distinto”. Si fuera solo igualdad, o entender a la mujer como mujer, en base a la biología, ¿Quién no estaría de acuerdo? Pero resulta que no se trata de eso. Se trata de adoctrinamiento puro y duro, pero con maquillaje, purpurina y genitalidad extrema, y así quieren prevenir abusos.
Su nueva estrategia es hacernos pasar por mentirosos, o exagerados, ya no nos tratan de retrógrados, porque eso sería descubrirse. Basta ver lo que pasa en el mundo con el cambio de sexo desde la infancia sin que los padres puedan hacer nada, las enseñanzas sobre masturbación en educación inicial o “niños que aprendan a tocar, tocarse y ser tocados”. Como saben que no pueden esconder esto, rotan y retrotraen el discurso, mostrándose como blancas palomas y chicos de familia.
Sucede que a los impulsores globales de estas agendas, poco o nada les importa la ignorancia del pueblo, es más, nos quieren ignorantes, y provocan deliberadamente que todo el debate se centre en “la discriminación versus la igualdad”, tratándonos de mentirosos cuando el enfoque de género y derivados “antidiscriminación” son transversales en todos los tratados, acuerdos, leyes, etc. De “cooperación” que se han firmado entre políticos vende patria de Paraguay, ONG’s y Organismos multilaterales como la Unión Europea. ¿Alguien de verdad cree que a esta gente le importa si un niño tiene razonamiento matemático, lógico científico o lingüístico? ¿Nos toman por estúpidos? ¿Alguien cree que de verdad la U.E. va a tirar tanto dinero para que un pueblo “en vías de desarrollo” mejore su calidad educativa? ¿Qué no tienen intereses? Antaño, ningún patriota dejaba potencia extranjera alguna les entregue dinero, porque sabían que SIEMPRE era para dominarnos. El que ayuda demasiado, es tu DUEÑO, no quiere tu libertad.
Es de interés de cada padre de familia del Paraguay impulsar la derogación del mamotreto de “género, interculturalidad y derechos” que quieren imponernos a puertas cerradas, y aprovechemos la oportunidad de una vez en la vida que tenemos, para reunir a toda la comunidad educativa (colegios, padres, etc.) a resolver, siendo simplista y resumida, por ejemplo, los siguientes problemas:
-En educación inicial no se desarrolla motricidad fina ni los dispositivos básicos de aprendizaje para lectura y escritura: motivación, la percepción, la atención, la concentración y la memoria. ¿Qué está pasando con los docentes de educación inicial?
La pandemia agudizó la situación, por lo que sería recomendable una doble inversión de tiempo y esfuerzo en el aprendizaje de lectoescritura y matemáticas básicas en los primeros años de primaria.
-En EEB, no hay un verdadero esfuerzo por asegurarse que los alumnos realmente salgan de primer o siquiera segundo grado leyendo y escribiendo, ni qué decir la lectura comprensiva. Los niños no saben muchas veces ni copiar, y esto pasa por la desmotivación al serles difícil la tarea por no haber sido preparados correctamente en educación inicial. No puede haber más “pasar de grado” sin saber leer o escribir, es criminal. La enseñanza es vaga, se deja en manos de los padres, que no tienen tiempo para ser padres, trabajadores, docentes a la vez.
Si no hay lectura o lectura comprensiva, tampoco habrá aprendizaje de historia, ciencias, etc. Lo mismo pasa con matemáticas y su progresiva complejización. La base está en el inicio.
-En educación media, se arrastran todas las deficiencias de la primaria, ya de forma crónica, y los padres o profesores no entienden el desgano y dificultades para estudiar. Así, los estudiantes pasan de grado aprendiendo casi absolutamente nada, mientras están hipnotizados por las pantallas del celular, donde les llegan todo tipo de mensajes y se desarrollan relaciones nocivas para su desarrollo.
-No se tocan adecuadamente los problemas derivados de la adolescencia a nivel emocional, familiar, o incluso sexual, pero con enfoque científico, social, psicológico, afectivo, espiritual, abarcando todas las áreas de la persona. Una verdadera integralidad, no un condensado de palabras vacías del superpoderoso “género” que lo resuelve todo según sus impulsores.
Según mi experiencia en consultorio como psicóloga clínica, los colegios se hacen cargo al mínimo de las situaciones de bullying, pese al mentado discurso de la no- discriminación, se ven sobrepasados por la responsabilidad y no se hacen cargo de resolver conflictos, que cada van escalando ante su falta de resolución.
Son tantas las cosas que estamos haciendo mal, que urge un verdadero debate a nivel nacional apuntando a una verdadera y profunda reforma, necesaria, urgente pero que debe hacerse de manera abierta, transparente, y adecuada a los tiempos de los padres, que más que nunca están atentos y quieren aportar al debate. Es nuestra oportunidad, aprovechémosla.
Presionemos para la anulación de los acuerdos redactados hasta ahora y hagámonos partícipes desde el colegio de nuestros hijos, si tenemos tiempo de hacerlo, por nota, o por el medio al alcance, expresando auténticas preocupaciones ciudadanas y enseñando a la Unión Europea y otros que somos perfectamente capaces de dirigir nuestro destino, de forma libre y soberana.