O, diría yo, a los ojos de Dios, lo únicos que se salvarán serán los insumisos. Fundamento bíblico tengo, el remanente fiel, en él, como perlas que se suceden en el tiempo, está toda la historia de Israel y su tormentosa relación con Jehová. La gran diferencia es que los del resto fiel eran los obedientes y no los rebeldes hasta que vino el Mesías y cambió la historia. Entonces, la razón se dio vuelta y los obedientes comenzaron a ser perseguidos porque se volvieron insumisos, los que permanecieron en Cristo.
¿Quien no conoce la persecución a los primeros cristianos por parte de los romanos y de los mismos judíos? El ejemplo más importante y claro fue el de Saulo de Tarso, romano y fariseo a la vez, quien, sin embargo, en plena faena para cazar a los seguidores del nazareno se convirtió por el camino a Damasco de un golpe por asalto que le dio el Señor mismo.
Ahora bien, ¿insumisos a que y quienes? He ahí la cuestión, ser o no ser, como que de siempre;
al sistema de este mundo que maneja el mismo Diablo quien solo está para hurtar, matar y destruir. Un sistema disfrazado de buenas intenciones y organizaciones para engañar a la gente que no sabe lo que pasa y no sabe que no sabe a decir de Noam Chomsky. Y últimamente dopada de idiotez para que vayan como ovejas al matadero. ¿Cual fue el dopaje? Los medios masivos de comunicación. ¿Y el matadero? La vacunación. Y es cierto, nadie fue obligado, claro que terriblemente presionados así como también lo fueron quienes permanecieron fieles a Cristo en tiempo de persecución.
Entonces, si te vacunaste porque tuviste que viajar dijiste, o te exigieron en tu trabajo, fuiste, te dejaste poner el alcohol del anticristo y ahora vendrá el pinchazo definitivo, la marca y doble fuiste. Jodete, morite, la vida pide lo suyo y se vuelve trágica en cualquier momento. Vos que eras tan buenita resultaste tan estúpida. Chau.
La institucionalidad es la trampa, la democracia, el Estado, el Gobierno, los Tratados, la pirámide de Kelsen, ere erea. Preguntame si me calienta que digas que soy muy radical, ¿Acaso Jesús no lo fue? ¿En qué crees vos? Falso cristiano, tibio y desgraciado.
Lo que está establecido, más conocido como el «establishment» es la trampa, no el establecimiento ni el estacionamiento. Lo defino, a mi coqueto entender, establishment: Poder paralelo al verdadero que viene de lo alto, establecido por hombres en contra natura, impuesto por los privilegiados para mantener sus privilegios. Es una mafia.
«Solo quisiera que la gente reconociera las cosas como son de verdad. Quisiera que entendiera los impuestos como robo, los políticos como ladrones y todo el aparato y burocracia del Estado como una estructura de protección, una empresa similar a la Mafia, solo que mucho más grande y peligrosa. En resumen, quisiera que odiaran el Estado. Si todos creyeran e hicieran esto, entonces, como ha demostrado la Boétie, todo el poder del Estado se desvanecerá casi instantáneamente». Hans Hermann Hope
¿Comprendido?
¿Quien es la Boétie?
Un ángel adolescente que escribió «La servidumbre voluntaria» allá por el 1547, increíble. Un ensayo en el cual demuestra que el poder de los gobernantes y aún de los tiranos deviene de lo que dice el mismo título; de los sumisos, que son mayoría en este mundo. Sumisos al poder terrenal pero insumisos al de Dios, lo que les hace desobedientes y estúpidos. Escrito está, el principio de la sabiduría es el temor a Dios, no a los hombres que gobiernan sobre otros. «Dice el necio en su corazón: No hay Dios». Salmo 14
Según el converso Saulo a Pablo, no hay excusas para no creer porque el Creador se manifiesta en lo creado, en la naturaleza misma, pero otro menos santo como Mark Twain, padre de la literatura norteamericana sentenció: «Nunca hay suficiente evidencia para el idiota».
Y para que no queden dudas, repito lo de Kalil Gibrán: «Cristo curó a los ciegos, a los lisiados, a los paralíticos y a los leprosos. Pero a los idiotas no pudo curarlos». De ahí que, este país de cretinos como dijo Cecilio Baez, es incurable. Cerremos entonces, el último que apague la luz, seamos brasileños, más ahora que le tienen a Bolsonaro. Y hablando de, aquí está, es él y su ballet haciendo historia para todo el mundo con las convocatorias más numerosas que se hayan visto, de proporciones bíblicas. Generó un mar de girasoles y nosotros le tenemos a Marito, váyanse a la puta paraguayitos, traigamos los restos del General para que descanse en el Panteón de los Héroes y reconciliarnos con nuestra historia y alguna vez legitimar el poder, ¡generación de víboras¡ Aunque ya murió la culebra.
Los infiltrados para explotar desde adentro son los insumisos: Jair Mesias, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, pequeño país del tamaño de Kaaguasu pero que el mundo entero escucha hablar de él gracias al insumiso que lo gobierna, y ese nombre, del país digo, ¿piensan que es casualidad? Como todas las muertes que se suceden luego de la campaña de vacunación masiva, ¡que casualidad! ¡Idiotas!
También está Victor Orban, ¡macho dijo la partera! otro gran insumiso, ¿quien no conoce el goulash? Oscar «la bosta» Acosta no tiene puta idea, como tantos otros. ¡Viva Hungría carajo!
Y a Dios gracias, y démosle muchas gracias por el nuevo Zar de Rusia Vladimir Putin ¡Nasdarovya! Que monte el oso ruso por el resto de su bendita vida carajo. Pateó el tablero de los genocidas e impuso uno nuevo de ajedrez sobre el cual juega su partida y prepararse porque esta vez el general invierno visitará Europa y causará estragos, miremos y aplaudamos desde el palco, unión de degenerados hijos de puta, métanse el euro en el culo o quémenlo para soportar el frío que se les viene, pero claro, el calentamiento global los salvará.
Finalmente, quizás el mayor intento de insumisión, el que quiso drenar el inmundo pantano de la Roma sobre el Potomac, el mejor presidente de la historia de USA, Donald J. Trump, por lo menos Tom Brady sigue jugando aún en la NFL.
Marito de mierda, morite maldito, deberías estar colgado en una de las plazas de Asunción por traidor a la patria. Sos el que entregas el Paraguay a las garras del anticristo, para acabar con él, para que deje de ser, abyecto batracio de la ignorancia, sumiso asqueroso.
¡Viva Bolsonaro, Bukele, Orban, Trump y Putin! ¡Que vivan los insumisos carajo! ¡Que viva la libertad!
Feliz finde chiques