Existe un argumento repetido hasta el cansancio en relación al motivo de la ilegalidad de la marihuana en Paraguay, que cabe resaltar es uno de los mayores productores del mundo y el mayor de la región, esto último sacado del documental Paraguay, Droga y Bananas del cineasta paraguayo Salinas, ese argumento sería la supuesta ignorancia de la población en general y el aparente rechazo social a la misma; pero resulta interesante contrastar, al menos superficialmente, este fundamento con otros factores de la realidad.
En primer lugar la penetración social de la planta, el impacto económico, ya sea a nivel general, con la traducción a moneda del valor del producido, como la distribución entre la población más humilde, contando a los campesinos que cosechan, a los operadores que transportan y a los traficantes que comercializan, sin dejar de mencionar la evasión fiscal que representa.
Siendo así tenemos, al decir de la BBC de Londres, Los informes de Naciones Unidas, del Departamento de Estado de EE.UU. e incluso de la Secretaría Nacional de Drogas de Paraguay (Senad) coinciden en que este país es uno de los mayores productores de en el mundo, la producción de cannabis alcanza las 8.000 hectáreas y está presente en ocho departamentos del centro y norte de ese país. En el norte de Paraguay existen poblaciones en las que ocho de cada 10 familias viven de la producción de cannabis. Estimaciones señalan que entre 2.000 y 3.000 kilos de pueden obtenerse por cada hectárea plantada y Paraguay tiene entre 6.000 y 8.000 hectáreas cultivadas. La producción de cannabis en Paraguay pasó de ser una actividad ilegal aislada a un modelo intensivo de producción. De acuerdo al Senad, el 80% de la cultivada en Paraguay se vende a organizaciones criminales brasileñas. Los llamados «comandos» brasileños pueden obtener entre US$1.500 o US$2.000 por cada kilo que reciben. Unas 30.000 toneladas de hierba salen de Paraguay anualmente, según el Senad.1
También sería importante analizar su impacto en la salud pública, con sus beneficios y perjuicios y su relación con otras drogas legales como el tabaco o el alcohol. De acuerdo con los datos estadísticos, anualmente unas 22.386 personas padecen enfermedades causadas por el tabaquismo, según el informe difundido por el Ministerio de Salud. Los datos revelaron que las afecciones relacionadas a este hábito generan un gasto de USD 253 millones al Estado paraguayo.2 En relación al alcohol, cerca del 4% de todos los casos de cáncer detectados el año 2020 en el mundo (unos 740.000) están vinculados al consumo de alcohol, inclusive moderado, de acuerdo a estimaciones publicadas este miércoles por la Agencia internacional para la investigación del cáncer.3 El alcoholismo en Paraguay es una enfermedad crónica, en el 2014 en la página oficial del MSPBS se subió una nota en la cual afirma que el 24% de la población paraguaya consume alcohol excesivamente. 4
Concatenando con el punto anterior el tema de impuestos, con el objetivo de compensar la realidad que existe en materia de salud pública, Paraguay ha elevado el impuesto del tabaco del 18 al 20%. Esta medida busca reducir el consumo y, por ende, disminuir las enfermedades posteriores que generan un alto costo para el gobierno. 5
También es pertinente ver que derivados del cannabis son importados al país, cual es la diferencia a más del sobrecosto. Para ejemplo vale un botón, A principios del año 2017, un grupo de padres de CAMEDPAR se acercó al Ministerio de Salud solicitando ayuda para el tratamiento de las epilepsias refractarias que sufren muchos niños en el país. En ese entonces, estos padres importaban de Estados Unidos, con muchos inconvenientes y trabas, un producto que les ayudaba a controlar las epilepsias, el aceite medicinal de . 6 Cannabis Medicinal Paraguay (Camedpar) tiene censadas a 301 personas a la espera del aceite, cuya acción paliativa se comprobó en epilepsia refractaria y en la esclerosis múltiple. 7 Sin embargo al proceder del exterior y venderse en lugares muy limitados y bajo receta estrictamente controlada por la institución de salud, acceder a ello sigue siendo un lujo para una gran mayoría de pacientes. Y es que una botella de un cuarto de litro cuesta unos 316 dólares. 8
Y por último pero no menos importante que implica la ilegalidad en términos de poder factico, dado que al marginalizarse la planta, que crece como pasto en el país, orilla a los consumidores, tanto medicinales como recreativo a la periferia, a un submundo controlado por grupos criminales que recurren a la violencia y demás en el comercio de un brote que es legal en países del primer mundo como Holanda y Estados Unidos o incluso en Latinoamérica con el caso uruguayo, donde son sometidos a un control de calidad, pagan impuestos y la libre competencia hace mejorar la investigación tanto médica como de otros tipos que puedan generar datos útiles para la industria y la salud, en Paraguay el cáñamo de marihuana es legal y se usa para la industria textil, con este son tres rubros para una sola planta. El rubro medicinal y textil están amparados en la Ley N° 6007.
En este punto cabe la pregunta ¿a quien le conviene la ilegalidad? Al ciudadano de a pie que sabe las propiedades de los yuyos incluyendo este? Que sabe que poniéndola en alcohol es un calmante sin comparación?, o para aquellos que a través del aceite de cannabis luchan contra el cáncer y otras enfermedades incluso a través de otros derivados de la Planta, con un costo ínfimo en comparación a los productos importados basados en la misma planta pero con costos que se manejan desde 300 dólares? O más bien le conviene a ese sector compuesto por las bandas criminales que dominan el país y a sus brazos políticos cuyas campañas son y fueron financiadas por el oligopolio que mantienen? Donde fijan los precios en base a el riesgo de la ilegalidad que ellos mismos mantienen para elevar costos, pero libre de impuestos, de control de calidad y sin derechos al consumidor. Mientras la Set no te acepta el iva del supermercado, te llena de otros impuestos y la Seprelad está por tu nuca en cada transacción?.
Se criminaliza a la población humilde y a la consumidora mientras se crean nuevos terratenientes en el poder. ¿Acaso la solución es llenar las cárceles con gente humilde que trabaja en lo que puede y sabe, mientras unos pocos son intocables y llegan a presidente como supuestamente es el caso del general Rodríguez?
¿Es la marihuana ilegal por la ignorancia de la gente y el peligro para la salud pública o por la conveniencia de la narco política y su oligopolio?