Si tenemos en cuenta la situación que está atravesando hoy Europa, Medio Oriente, Eurasia y Oceanía, podríamos interpretar desde lejos, qué se trata de un conflicto universal. Aún cuesta entender, si la sociedad realmente está dormida o no quiere ser consciente de la realidad por la cual la tierra está atravesando.
Si comenzamos con América latina, o mejor llamada Iberoamérica, a en donde también incluimos a España, vemos que en los últimos 10 años este continente transatlántico, se está convirtiendo mayoritariamente en una zona política roja. Esto significa, que los países tienden a inclinarse a votar mayoritariamente fuerzas políticas socialdemócratas de izquierda, y ahí es donde los países empiezan a depender de un estado verticalista, y en donde los valores y la estabilidad socioeconómica cultural comienza a decaer.
Esta vinculación de ideologías por las cuales forman parte las decisiones de voto de los ciudadanos iberoamericanos, depende también en un 80% de cuál régimen gubernamental está regido los Estados Unidos. De ahí, que Canadá también comienza a formar parte de estas ideologías políticas. La situación por la cual estos pueblos optan por votar estas medidas gubernamentales, se vuelcan en que viven bajo un adoctrinamiento y manipulación tanto por los poderes parlamentarios y ejecutivos como también por el masivo control de las redes sociales y sobre todo los medios de comunicación oficialistas.
Esta dependencia se ha incrementado sobre todo en los años 2019 (pre pandemia) como en los dos sucesivos, donde a través de estos shocks vividos por las sociedades, en donde de un día al otro en marzo de 2020 comienzan a estar manipuladas, sometidas bajo un régimen de encierro. Esos dos años y medio, han sido un infierno para la sociedad mundial.
Cabe entender, que hablando desde un análisis socio psicológico internacional, las sociedades nunca volverán a ser cómo fueron anteriormente. Hoy vivimos una crisis totalmente mundial, en donde las nuevas generaciones se han enfrentado a un cambio de valores, una irregularidad en la enseñanza escolar universitaria, donde han vivido un aislamiento y a su vez enfrentados a una enseñanza virtual, habiendo perdido la rutina continua del aprendizaje y sobre todo lo más importante en la vida del ser humano, qué es la socialización. Hoy, 2022, estamos presentes frente a una sociedad golpeada emocionalmente, siendo víctima de un miedo mundial, basada su vida en una incertidumbre, y alejados de los sentimientos afectivos como habían sido hasta febrero del 2020.
Si seguimos analizando los procesos geopolíticos internacionales, podemos enfrentarnos a la situación actual de Europa. En el año 2015 cómo vive Europa un shock geopolítico social, con la gran migración de ciudadanos ucranianos, sirios, iraquíes que vivían en esas décadas conflictos de guerra. Europa se enfrenta en esos años con una multi migración social islámica, frente a una cultura totalmente diferente a la cristiana o judía que predomina en Europa.
Por supuesto que analizando la historia europea podemos retroceder a los años 1991 y 92, cuando se provoca la guerra de las llamadas Yugoslavia, donde de repente un país se divide en 7 países diferentes, y donde el predominio de esos conflictos, no solo son consecuencia de la desaparición de la Unión Soviética, sino también se basa en una guerra religiosa. En esos años comienza la primera migración balcánica a los países como Austria, Alemania, y Suiza, los cuáles no estaban acostumbrados a recibir números tan grandes de migrantes. Estos países eslavos generalmente se consideraban como culturas de trabajadores de ayudantía obras, trabajadores del campo, peones, quienes solo venían a trabajar por temporada. Por supuesto un cambio muy imprevisto para estas culturas anglosajonas.
Años más tarde, comienzan migraciones más reducidas de países como Nigeria, Ruanda o gana del continente africano. Y a su vez se van incrementando las migraciones de turcos y kurdos.
Para ser más clara en la explicación, es muy difícil para el viejo continente, poder adaptarse en solo 30 años a un cambio tan brusco de invasión cultural. Este shock es provocado por diferentes costumbres de la vida cotidiana, religión, el rol de la mujer en distintas áreas y, sobre todo, la formación educacional e idiomática.
Volviendo nuevamente a la actualidad en Europa, los dos años y medio de pandemia, provocaron también masivos problemas económicos, ya que han cerrado muchísimas empresas y muchos ciudadanos europeos han perdido su trabajo. Esto significa, que aún hoy es mayor el enojo hacia las culturas migratorias, como también el aceptar que migrantes ocupen los lugares de trabajo que según el europeo les corresponden a ellos.
Debido a esta situación, y después de haber salido de esa trágica pandemia, donde hoy se enfrenta también el viejo continente con las crisis emocionales de las nuevas generaciones, las grandes pérdidas de familiares, las nuevas situaciones educacionales y el convivir aún con otras estructuras comportamentales, se presenta en el mes de febrero del 2022 la guerra entre Ucrania y Rusia. Un conflicto geopolítico que provoca nuevamente millones de emigrantes, en una situación masiva de crisis económica, y aun sumándose la inestabilidad social y económica del continente.
Esto explica, que a diferencia del continente Iberoamericano, las culturas europeas comienzan a inclinarse hacia diferentes pensamientos o ideologías políticas. Tenemos países que siguen con la ideología socialdemócrata como ser España Y Francia. Pero países como Austria, Hungría, Serbia y Eslovenia, entre otros, tienden hoy a inclinarse por las derechas nacionalistas. Si analizamos todos los procesos vividos en los últimos años, logramos interpretar, que la cultura europea está padeciendo una crisis de identidad y soberanía. Los factores que afectan a estas situaciones geopolíticas son La Unión Europea, Las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y la OTAN. Estas organizaciones son creación norteamericana, con el verdadero objetivo de tener el control sobre Europa y provoca hoy un gran conflicto en cada una de las naciones, ya que se sienten invadidas en su identidad y soberanía.
En conclusión, podemos seguir analizando otros continentes y encontrando la conexión de los problemas actuales que vinculan a cada uno de los países y continentes entre sí. Donde en realidad el gran problema hoy a nivel mundial se trata del poder económico y militar. Hoy es el gran conflicto entre los Estados Unidos, China, Turquía, la India y Rusia pudiéndose decir contra Europa. Y en esto nos basamos, que cada uno de los países nombrados quiere tener su control y pie en el viejo continente.
Si analizamos China, hoy tiene un gran conflicto también en interacción comercial con Turquía. Aquí estamos hablando de 2 culturas sumamente potentes a nivel de mercado internacional. Compiten con los precios y con las mercaderías. Ambos tienen tratados bilaterales con los países de la Unión Europea y a su vez producen a precios muy bajos, y los países de la Unión Europea no pueden competir contra esos precios. Si vamos a cada uno de los países nombrados, podemos decir que China tiene el conflicto religioso entre el budismo y el islamismo. En Turquía existe el conflicto cultural entre kurdos y turcos. Son dos similitudes que tienen estos países, aunque las culturas son totalmente diferentes lo que nos los une es la ambición de colonizar a largo plazo no solo los países europeos, sino que también el nuevo continente Iberoamericano.
Podríamos hablar de muchísimas culturas más, pero en conclusión podemos ver que todo se vincula entre la cultura, la ambición de poder y la ambición comercial.
Por supuesto que sí volvemos a Rusia y Ucrania, se trata de diferentes conflictos y el miedo de perder Rusia el poder total sobre los países que en un momento formaron la Unión Soviética. Los factores de este conflicto son múltiples y también para analizar en un análisis puntual en otra oportunidad.
Como aprendizaje, nos queda como sociedad abrir los ojos, analizar bien todos los procesos que están atravesando cada uno de los países de nuestro continente y encontrar los vínculos del por qué.