Enrique Vargas Peña no es santo de mi devoción, los pocos que suelen leerme lo saben y pueden dar fe de ello pero, cuando tiene razón… tiene razón.
Esta semana intentaron crucificar mediáticamente a Vargas Peña por una opinión acertada, los himnos nacionales no son para hacer protestas, sobre todo si después pretenden «tribunear» diciendo que hay que dejar todo en la cancha porque representás a tus país, a tu gente y todo esa sarasa que responden los futbolistas (hombres y mujeres) cuando les ponen un micrófono delante.
Personalmente, soy contrario a la entonación de los himnos nacionales antes de los encuentros deportivos, es un hecho que me resulta chauvinista y choca de frente con el otro discurso, el de los valores deportivos como la solidaridad, la caballerosidad y la larga lista de etcéteras que se suele oír pero, como se insiste con esa práctica, es momento de sincerar las cosas: ¿Te llena de orgullo representar a tu país? Comportate a la altura o abandoná la selección.
Ya entrando en el pragmatismo más absoluto, pretender igualar el fútbol femenino con el masculino es, a todas luces, una estupidez y no merece un mínimo análisis aunque, para evitar el ataque de los orcos progres vamos a hacer alguno, pequeño, sencillo, pero lapidario:
Según informó en su momento el Paris Saint Germain, en los primeros siete minutos desde la oficialización de la contratación de Lionel Messi, se vendieron 150.000 camisetas con el número 30. En las primeras 48 hs se vendieron 832.000 camisetas. Si consideramos que el precio de esa camiseta ronda los 158 euros, el PSG facturó, en cuarenta y ocho horas, 131.456.000 euros, algo así como 900.473.600.000 guaraníes y, Messi, aún no ingresaba a la cancha, no había disputado un solo minuto para el club.
En el caso del fútbol femenino, no hay datos de cuantas camisetas se venden, ni siquiera por año, ni en conjunto o de forma individual. Buscamos cuantas camisetas había vendido Alex Morgan en un año y no hay datos, solo supimos que es la más vendida. Si lo números fueran importantes, si marcaran una diferencia en las cuentas de las empresas o de los clubes, ¿No creen que los publicarían?
Pero comparemos los datos que si tenemos. La llegada de Alex Morgan al Tottenham generó «un record» de 15.000 interacciones en las redes sociales de los Spurs, mientras que la llegada de Messi al PSG le significó al conjunto parisino 23 millones de nuevos seguidores en redes sociales.
Ya sé lo que van a decir: no es la forma, es misógino, es machista, es esto y es lo otro; aún así, no era el momento de intentar visibilizar una protesta sin asidero. ¿Quieren ser iguales al fútbol masculino? Generen lo que genera el fútbol masculino, todo lo demás son cantinfleadas que no se ajustan a la realidad del mundo en el que se manejan las empresas privadas, ¿O piensan que la APF, la CONMEBOL y la FIFA son organizaciones sin fines de lucro?
Abandonen la corrección política porque Vargas Peña tiene razón.