El Gobierno de los EEUU encabezado por el pobre anciano Joseph Biden, de quién se sospecha no sólo que está sufriendo de demencia senil sino también de que su elección para la Presidencia de su país fue por medio de un terrible fraude cometido a la luz del día y ante los ojos de millones de testigos, acaba de hacer una de esas maniobras geopolíticas que en mejores tiempos habrían sido directamente “golpes de estado” pero que en la actualidad no son sino risibles muestras de teatro kabuki de poquísima monta y decadente disposición.
Anthony Blinken, Secretario de Estado del Gobierno de Joe Biden (que es un Jefe de Estado más ilegítimo que Nicolás Maduro en Venezuela; pero no lo digamos fuerte, no sea que le dé un patatús a los vasallos legionarios de este país) declaró que Horacio Manuel Cartes Jara y su familia son “significativamente corruptos”. Por supuesto que muchos se armaron un banquete con estas palabras que nada representan en el fondo, porque vienen de quién viene, pero que sí nos muestran un claro simbolismo de lo que verdaderamente son las llamadas “élites” del supuesto “cambio” que pretende instalarse en la República del Paraguay.
Pues sí, señoras y señores. Bailaron en una pata como si estuvieran haciendo la danza de San Vito. Dando mucha vergüenza propia y ajena porque, figúrese lector, que un gobierno extranjero esté manoseando de esta manera a políticos de nuestro país (que pueden gustarnos o no, pero son “nuestros hijos de puta” según famosa frase de Franklin Delano Roosevelt) y que tengamos potenciales líderes de esta República aplaudiéndolo y vitoreándolo como si fuera una especie de mandato divino ante el cuál simplemente uno debe arrodillar la rodilla y agradecer a Dios por la lluvia y el viento norte.
¡Qué lejos estamos de Don Carlos Antonio López, quien hizo meter unos cuántos latigazos al insolente Cónsul de EEUU Edward Hopkins, quien se quiso pasar de listo con sus negocios en Paraguay y que disparó unos cuántos cañonazos a los barcos estadounidenses que se paseaban prepotentes en nuestros ríos! ¡Ni hablemos del Mariscal López, quien perdonó la vida al Embajador Charles Washburn solo porque este pelafustán tenía “inmunidad diplomática”!
No, señores. Acá todos tienen, en frase de Joaquín Sabina, la “frente muy alta” (para la mediocre politiquería interna y externa), la “lengua muy larga” (para hacerse los valientes ante la prensa amiga que juega por sus propios intereses) y la “falda muy corta” (cuando aparece el Míster Gringo a dar órdenes y meter mano). Y así nos va, dando pena y pepenando, mientras que nuestros vecinos Argentina, Brasil y Uruguay están haciendo de tripas corazón para romper con la hegemonía yanqui en nuestra región, nosotros acá dando risa y siendo el show del mundo entero.
¿Cómo pasó todo esto? Sencillo, el “Robocop Gay” Marc Ostfield comunicó lo que dijo su jefe Anthony Blinken y todo lo demás es historieta como las mejores de Condorito, sólo que no produce risas forzadas sino bochornoso rubor.
Ahora los estadounidenses nos deleitan con sus descubrimientos extraordinarios que nadie jamás intuido. ¿Me pregunto si de verdad habrán llegado a la luna, como supuestamente afirman? Así, tenemos al Departamento de Estado del Tío Sam etiquetando a tal o cuál personaje de “significativamente corrupto” y se arma todo un despelote en la República del Paraguay, lugar en donde los “significativamente corruptos” abundan desde 1870. ¿O estoy mintiendo? ¡Con esta clase de descubrimientos, ciertos o no, para qué necesitamos ya de genialidad y suspicacia!
Quiero recordar, por cierto, que en EEUU también hay personajes “significativamente corruptos” aunque Ud. no lo crea, aunque Ud. vea a los gringos como seres de una raza aria y superior. ¿Ya nos devolvieron lo que nos robaron con el “mecanismo COVAX”? Es lo menos que podríamos preguntar, pero no viene al caso. No obstante, puedo afirmar que la corrupción de los yanquis es probablemente en muchísimo mayor y peor que en esta sencilla aldea de vasallos, pero bueno, es que precisamente en eso está la diferencia: ellos son los que mandan desde allá y nuestras “élites” obedecen sin chistar por acá. ¡Y con cuidadito de cuestionar a la geopolítica estadounidense, no sea que te tilden de “zurdo” por eso!
(Psst, psst, los Estados Unidos de Norteamérica hace tiempo que son el “zurdaje bravío” del mundo entero, lo exportan a cañonazos o por medio de sus oenegés o quizás con travestis degeneraditos y “significativamente corruptos” en rol de diplomáticos, como ciertas personas que no voy a decir su nombre pero “Robocop Gay”. ¡Date cuenta, amiga, de una vez!).
Sin embargo, tenemos muchas preguntas. ¿Por qué hicieron esto los yanquis faltando pocas semanas para las elecciones en la República del Paraguay? ¿Por qué llevaron a cabo semejante intromisión, aunque indirecta, en nuestros asuntos internos?
Un yanqui nos dirá: “jejeje, ¿quién dijo que Paraguay tiene asuntos internos cuando nosotros estamos de por medio?” y allí quedaría finiquitada la discusión, porque yo no sabría sino responderles que tienen razón porque lastimosamente todos nuestros gobernantes son vasallos. Pero sí lo planteamos desde una cuestión más práctica, veríamos que en realidad esto obedece a una lógica muy sencilla. EEUU es el principal exportador de zurdaje y neo-liberalismo (que son la misma cosa: el liberalismo es pecado) en el mundo entero. Paraguay es un país que, a pesar de miles de errores de sus dirigentes, aún se resiste a estas imposiciones globalistas venidas desde las usinas de poder gringas. Para bien o para mal, es la ANR la principal barrera política contra ellas (la otra y más poderosa es la Iglesia Católica junto a las sectas evangélicas, pero ese es tema aparte) y por consiguiente, EEUU quiere que la ANR caiga del poder para el 2023.
¿Cómo lo lograrán? Sencillo: quitando del camino a la candidatura de la ANR que tiene más chances de prevalecer en las elecciones generales, es decir, a la de Santiago Peña (que en realidad representa a la facción más “conservadora” en del Partido Colorado, con Horacio Cartes como su valedor). Posteriormente quedaría la candidatura de Hugo Velázquez, que sí bien tiene posibilidades de vencer en las únicas y sangrientas internas del país (las del Partido Colorado), tiene muchas menores chances de imponerse sobre la candidatura de la oposición porque representa al desgastado y “significativamente corrupto” Gobierno encabezado por Abdo Benítez, bautizado para toda la eternidad como #DesastreKoMarito.
Es decir que EEUU quiere a los liberales y a los zurdos (que son la misma cosa) en el poder, pues estos representan a sus valores más intrínsecos y también porque son mucho más “vasallos” que los colorados. ¿No me creen? Es cuestión de que miren cómo saltaron y bailaron en las redes sociales los “zurditos” cuando el Embajador del Politburó Yanqui hizo su anuncio con bombos y platillos. ¿Ya dijimos que EEUU es el “Gran Satán”? ¿Tengo que repetirlo mil veces?
Y también hay más cosas acá. El ridículo tema del “avión iraní” (en el que todos los bandos mostraron, sin disimulo alguno, su más completo y absurdo servilismo lacayuno hacia la geopolítica estadounidense, siendo que Irán nunca fue enemigo ni hizo daño al Paraguay) quizás haya pasado factura a los cabecillas de la ANR. Además, es sabido que muchos líderes del movimiento “Fuerza Republicana” se reunieron con representantes de Siria y Palestina, incluso circula una fotografía de Juan Afara y Cachito Salomón junto a un héroe de guerra y verdadero líder con dos huevos bien puestos como Bashar al Assad, archienemigo del “Imperio Gay Estadounidense”. Van sumando los pecadillos.
Para colmo de los colmos, al Presidente de Ucrania Vladimir Zelensky se lo destrató y ninguneó en la actual Cumbre del Mercosur y en esto habría tenido mucho que ver un patriota insobornable como el Capitán Jair Bolsonaro, Presidente del Brasil, a quién se alinearon Lacalle Pou de Uruguay así como nuestro desastrozo Mario Abdo Benítez (que por lo menos en esta, acertó; por lo visto está mejor asesorado que “achecé” en temas de política internacional). El Presidente Bolsonaro (al que la prensa de Horacio Cartes, en el colmo de la ceguera geopolítica, se las pasa atacando de manera inmisericorde) tiene todas las intenciones de que Mercosur se acerque mucho más a Rusia mientras que el uruguayo Lacalle Pou viene pidiendo a gritos que se abran relaciones comerciales con China, sí, esa “maligna y perversa” China Comunista de la que compramos casi todas las manufacturas y productos industriales que existen en Paraguay. Súmese a esto que el Presidente Vladimir Putin de Rusia ofrece su petróleo bien barato y que el proyecto BRICS encabezado por los chinitos seduce enormemente tanto a brasileños como a argentinos, con la posibilidad de que se abandone para siempre a la tiranía del “petrodólar” que es la causa de toda la inflación mundial, y tenemos suficientes motivos para que los gringos estén enojados con la ANR.
¿Y pregúntame sí me importa el enojo de los yanquis? ¡No sabes cuánto! Pero claro, ese soy yo, solito yo. ¿Qué pasa con nuestras “élites”, tan patriotas, tan soberanas, tan preocupadas por nuestro interés nacional? Todos ellos de rodillas, claro que sí. Al punto tal de que acusarán a Jair Bolsonaro y Lacalle Pou de ser “zurditos” por atreverse a buscar alternativas para sus paisanos negociando con naciones que son mucho más nobles y amistosas que los inestables, decadentes y peligrosos hombres del ilegítimo Gobierno Estadounidense (no incluimos en esto a su pueblo, que es muy bondadoso e inocentón) y quienes encima, no te compran ni siquiera un gramo de carne paraguaya. Pero bueno, las becas a EEUU (que las pagamos con nuestro dinero), las ayuditas de USAID, los dólares inflacionarios de la Reserva Federal, el currículum con las oenegés internacionales y tener la visa limpia para los viajecitos a Mayami son mucho, pero mucho más importantes que esa estupidez de la “soberanía nacional”, ¿verdad, Cholenu?, ¿verdad, Efraudín?, ¿verdad Katy?, ¿verdad, Mencha?, ¿verdad, Desesperanza?, ¿verdad, Sebas?
Ufff, todos esos apodos me recuerdan a gente “significativamente corrupta” que me produce urticaria. Pero más asco me da el vasallaje a un Imperio decadente y degenerado. Eso es lo que duele y molesta en este desierto de mediocridad absoluta, de politiquería de mala muerte, nula y de total nulidad desde 1870. Bueno, uno va acostumbrándose con el tiempo, pero sí hay algo que nunca llegué a tolerar ni a aceptar como “bueno”, es que unos políticos gringos “hijos de puta” y “significativamente corruptos” (y reitero mi respeto hacia el pueblo yanqui, no hacia su gobierno) vengan a meterse con “nuestros hijos de puta”. ¡No me gusta que nos avasallen! ¡Y tenemos a las “élites” que nos merecemos, como diría mi gran maestro y tocayo el Conde de Maistre! Nos merecemos como país que ese “Robocop Gay” venga a ensartarnos su cachiporra multicolor hasta el fondo de nuestras… Entrañas. ¡Porque el que tiene alma de lacayo quedará por siempre lacayo y los que nacieron para ser vasallos morirán siendo vasallos!