El Gobierno brasileño apunta a abaratar el precio de la energía mediante un nuevo acuerdo con Rusia. Las medidas tendrán un fuerte impacto sobre el 30% de la demanda brasileña de gasoil que se abastece con importaciones.
El presidente Jair Bolsonaro anunció un inminente acuerdo con la Rusia de Vladimir Putin para la importación de gasoil a un precio inferior al de los mercados internacionales. Las medidas adoptadas buscan dar una respuesta al drástico encarecimiento del combustible en relación a otros bienes y servicios.
Cerca del 30% del consumo de gasoil en Brasil se abastece con importaciones, incluso a pesar de que la producción energética local creció más de un 20% en lo que va de la gestión de Bolsonaro.
“Ahora, es casi seguro un acuerdo para comprar diésel mucho más barato de Rusia. Petrobras, algunos allí, lo compraron mucho más caro”, explicó Bolsonaro.