El censo de población y vivienda es una actividad de suma relevancia en estos tiempos de pandemia, pues este análisis profundo que se realiza a la población boliviana mediante la indagación y medición de la situación actual en base a distintos factores, como ser, económicos, sociales, demográficos, etc.; tiene como fin mejorar la toma de decisiones respecto distintos ámbitos, en especial: la asignación de recursos económicos de acuerdo a la densidad poblacional (presupuestos anuales) y políticas públicas.
He ahí la importancia de supervisar la manera en la que se realizan los censos, sus procedimientos, los aspectos técnicos, entre otras cosas. A partir de ahí nace la constante preocupación de las instituciones privadas y civiles, las cuales han comunicado la falta de transparencia del Instituto nacional de estadística (INE) y su falta de iniciativa para desenvolverse de manera íntegra. No es una temática para ignorar, se debe exigir a nuestra tímida gobernación y alcaldía que se pongan firmes en la defensa de los futuros recursos de Santa Cruz.
Nuestras autoridades hablan de federalismo, de gestión, culpan al pasado y a otros partidos por sus errores, cuando son ellos lo que deberían estar poniendo en alerta a toda la población, gestando un plan para que el censo llegue a la puerta de cada cruceño, desde el centro de la ciudad hasta la comunidad indígena más alejada. No se debe vulnerar el derecho de nadie, todos debemos ser encuestados.
¿Por qué fiscalizar el proceso? Es sumamente necesario contar con información actualizada, ya que, dentro de lo político, se ajustarán los posibles escaños por departamento, en ambas asambleas legislativas según la densidad poblacional; en cuanto al ámbito privado, se necesita que los datos sean de acceso público, ya que podrían nacer nuevas propuestas que beneficien y palien las necesidades de la ciudadanía. En lo público, se podrán gestar nuevos proyectos de acuerdo a necesidades específicas de cada región, permitiendo (en caso de que se tenga un buen manejo) una mayor eficiencia en el uso de los recursos económicos.
No nos sirve de nada tener más competencias si no tenemos recursos económicos para ejercerlas con autonomía y pleno derecho. En especial Santa Cruz, la cual acoge a la nueva Bolivia, crece a pasos agigantados y brinda oportunidades a todo el que llega, sin embargo, eso no será suficiente sin un censo íntegro, se debe trabajar para evitar el manoseo político, con una búsqueda plena del desarrollo como fin. Es una responsabilidad compartida, las instituciones, los políticos y la ciudadanía debemos defender lo que nos pertenece, en especial, nuestros recursos. Ya no podemos seguir viviendo de las migajas del centralismo.