Desde la llegada de Lacalle Pou, el Partido Comunista Chino ha logrado extender su influencia en Uruguay como nunca antes, y ahora el presidente los quiere premiar con un acuerdo comercial.
La estrategia de flexibilización del MERCOSUR parece estar estancada tras la bajada de pulgar de Argentina a una rebaja de las tarifas comunes. Esto ha generado una tensión general entre los socios del bloque regional, llevando a Lacalle Pou a plantearse la posibilidad de retirarse del MERCOSUR y buscar otros caminos para la inserción internacional del Uruguay.
Sin embargo, en vez de mirar hacia Estados Unidos, Europa o la región de Asia donde no se violan los derechos humanos, el gobierno uruguayo parece haber decidido apegarse al genocida régimen comunista chino como principal socio comercial.
Las negociaciones bilaterales que lleva adelante el gobierno de Lacalle Pou con China para la concreción de un Tratado de Libre Comercio (TLC), generan desacuerdos en lo interno del MERCOSUR.
Ejemplo de ello es Jair Bolsonaro, según consigna el Semanario Búsqueda de Uruguay, el mandatario brasileño ha manifestado que es un “problema” para el MERCOSUR que Uruguay negocie de forma bilateral con el régimen comunista.
El gobierno de Lacalle Pou viene afianzando vínculos con el régimen comunista genocida chino desde la pandemia, ejemplo de ello son los acuerdos secretos por millones de vacunas contra el COVID-19 del Laboratorio Coronavac.
El embajador chino en Uruguay, Wang Gang, celebró el arribo de vacunas al país sudamericano el pasado 26 de febrero, y dijo que comienza una nueva era de relaciones entre China y Uruguay.
“Mirando hacia el futuro, estamos plenamente convencidos de que, bajo la firme conducción del Presidente Luis Lacalle Pou, el pueblo uruguayo sabrá conquistar cuanto antes la victoria final contra la pandemia y con la atención personal y la orientación estratégica de ambos mandatarios, la Asociación Estratégica China-Uruguay cosechará en el marco de la Franja y la Ruta mayores y fructíferos resultados“, relató.
Instituto Confucio y antenas 5G de Huawei: dos vías de los servicios de inteligencia del Partido Comunista Chino en Uruguay
Es sabido que la inteligencia china opera en Uruguay mediante el Instituto Confucio desde el año 2016, en la órbita de la Universidad de la República, institución que gracias a la política universitaria se ha convertido en un feudo del Partido Comunista Uruguayo, por iniciativa de ex rector comunista Roberto Markarian.
Este instituto está orientado a la enseñanza del idioma chino mandarín, mediante profesores chinos cuyos salarios son pagados con recursos públicos que financian los contribuyentes mediante impuestos.
Muchos de estos “profesores” no son más que agentes de inteligencia del Partido Comunista Chino. Una práctica habitual del gobierno chino consiste en infiltrar a estos agentes mediante la etiqueta de profesionales y/o especialistas en determinada área, en este caso particular, enseñantes de idioma.
La infiltración de agentes encubiertos como enseñantes de idioma se ha profundizado durante el gobierno de Lacalle Pou. En este sentido, el Instituto Confucio mediante la Universidad de la República ha concretado numerosos acuerdos con organismos del gobierno uruguayo.
Un acuerdo reciente se realizó con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Insólito, agentes del Partido Comunista Chino en la educación pública uruguaya.
En lo que refiere al 5G, Uruguay firmó en 2019 mediante el Ministerio de Industrias, un memorándum de entendimiento (MDE) con la tecnológica china Huawei, cuyas operaciones de 5G están prohibidas en Estados Unidos, Europa y Brasil por cuestiones de seguridad nacional.
Dicho MDE no fue firmado por Lacalle Pou, pero sigue vigente y el mandatario no ha mostrado interés en cancelarlo. Está estipulado que se prolongará automáticamente por 3 años si ninguna de las dos partes manifiesta lo contrario, y todo indica que eso es lo que va a ocurrir este año.
En 2019 podían decir que no sabían las prácticas del Partido Comunista a través de su empresa Huawei, pero ahora no hay excusa: son de público conocimiento los escándalos internacionales de Huawei por ciber-espionaje para obtener información confidencial de particulares. Siendo denunciada esta compañía en el Congreso de Estados Unidos.
Lacalle Pou parece estar fascinado con el genocida Partido Comunista Chino, a pesar de tener en su haber millones de muertos, desaparecer gente y violar sistemáticamente los derechos humanos de inocentes que desafían a un régimen totalitario asesino en busca de libertad.
Una gran contradicción en el discurso de Lacalle Pou es que condena en cumbres internacionales las violaciones de los derechos humanos en Cuba, Nicaragua o Venezuela, con mucha certeza, pero siempre omite mencionar las violaciones a los DD.HH del régimen comunista chino. Doble moral o negocio.