El globalismo es un término acuñado por le politólogo norteamericano Joseph Nye, colaborador de la administración Clinton y Obama para desmantelar todas las políticas de los Estados Unidos-Nación Europeas. Como bien dice Guillermo Cortázar en el Español, hay que saber diferenciar entre Globalización y globalismo, ya que, aunque son ovejas, no son iguales, pues la globalización es un concepto económico y el globalismo un concepto político, que es de lo que trata este artículo:
La globalización es libertad y respeto por las identidades nacionales resultado de siglos de convivencia. El globalismo, el socialismo radical y el populismo, sí son un producto intelectual; son el diseño de la izquierda antiliberal y anti Estado-Nación. Conviene no confundir globalización y globalismo pues un análisis erróneo o un desenfoque del problema lleva a propuestas políticas equivocadas.
La ingeniería social globalista lleva años intentando imponer su maquinaria conceptual, para adaptar a las sociedades occidentales a las nuevas realidades. Este tipo de conspiraciones topaban con personajes como Donald Trump o Vladimir Putin, ambos líderes antiglobalistas por defecto. Durante muchos años se ha advertido sobre los cambios que se estaban produciendo en los líderes políticos y en sus políticas transformadoras. El viraje no sería posible sin la oligarquía mediática y económica de personajes como George Soros o Bill Gates, ambos inversores en la lucha por deponer al expresidente D. Trump o al actual V. Putin. Los ataques a la familia tradicional, la distorsión de las luchas feministas, la introducción de la aberrante ideología de género, el genocidio que está provocando las leyes abortivas, los graves problemas de inmigración, o el calentamiento global, están socavando todos los principios éticos y morales de nuestra civilización, a la vez que integran el caos social al que estamos siendo sometidos por la izquierda marxista. Esta vía propicia la anarquía necesaria dentro de las sociedades democráticas, para generar el campo propicio donde instalar, a través de la dictadura del pensamiento único, un nuevo modelo de vida, un nuevo Orden Mundial, el denominado NOM.
Como podemos ver, mientras se genera este desorden o pandemonio social, al unísono se va
creando una nueva red social educativa que modificará el pensamiento de nuestros hijos. Se va
planificando a modo de juventudes hitlerianas la desvinculación de los hijos con sus padres, y de esa manera producir el cambio de paradigma dentro del seno familiar, buscando el enfrentamiento de padres e hijos, una lucha generacional entre lo que consideran, lo nuevo y lo viejo, lo retrogrado y lo progresista, el pasado y el futuro, hasta conseguir la extinción de unos valores transmitidos por la cultura clásica griega y el pensamiento cristiano. El globalismo pretende con la caída de estos dos pensamientos desmantelar la cadena de transmisión de esos valores, y para ello define leyes a favor de una nueva Memoria Histórica que va reestructurando a medida que la Cultura de la Cancelación que se ha puesto en marcha, redefine la historia en todos sus sentidos.
Con todo este entramado se pretende crear el denominado Nuevo Orden Mundial con el fin de
someter a todas las masas, a millones de personas, dando pleitesía a la nueva élite plutocrática cuyo órgano para su desarrollo e implantación se encuentra en la sede de la ONU. En la década de 1980, la Fundación Heritage, una institución para investigación cuya misión es formular y promover políticas conservadoras basadas en los principios de la libre empresa, libertad individual y defensa de los valores tradicionales norteamericanos, publicó un estudio en inglés escrito por Stanley Meisler, titulado Las Naciones Unidas: Los primeros cincuenta años. En la página 219 dice, que Burton Pinos, entonces vicepresidente de la fundación, concluyó diciendo: «Que un mundo sin las Naciones Unidas sería un mundo mejor».
Pero la descomposición social no puede seguir sin límites, en algún momento tiene que estallar, así el fallecido David Rockefeller, dijo: “Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”.