Como parte de los poderes increíblemente amplios que ahora se otorgan al primer ministro, el gobierno de Trudeau ha dado luz verde a los bancos para congelar o suspender las cuentas de cualquier persona que se crea que ha contribuido financieramente al convoy, sin una orden judicial.
De hecho, por decreto, el gobernante supremo de Canadá autorizó a los bancos a congelar todos y cada uno de los activos que se considere que respaldan las protestas por la libertad en Canadá.
Además, según la viceprimera ministra Chrystia Freeland, los bancos ahora deben informar de cualquier persona que crean que está trabajando o participando directamente con el convoy.
Con este fin, el gobierno está ampliando las reglas contra el lavado de dinero para incluir plataformas de financiación colectiva, como GiveSendGo.
“Estamos ampliando el alcance de las normas contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo de Canadá para que cubran las plataformas de financiación colectiva y los proveedores de servicios de pago que utilizan”, afirmó Freeland.
La criptomoneda también se verá afectada, esencialmente permitiendo que el gobierno regule todo el comercio del activo.
Si bien no se llamará al ejército, el gobierno federal inflará dramáticamente las fuerzas policiales, y el derecho a manifestarse pacíficamente en apoyo del movimiento por la libertad ya no existe.
Además, el gobierno ahora puede obligar, sí, obligar, a las grúas a remolcar los vehículos de los involucrados en el convoy, algo que varias empresas de remolque se han negado a hacer durante la protesta.