Siempre ha sido lucrativo en nuestro país y en otras latitudes el mostrarse como los “únicos, especiales y muy detergentes” (siguiéndose la expresión del mundo del meme en nuestros tiempos decadentes). Hacer discursos rimbombantes para la tribuna, proclamar a los cuatro vientos y de manera farisaica que uno es mejor que los demás porque sí, y nada más. La famosa aplicación del “Dios, te doy gracias… porque no soy como ese publicano”. Ya hemos escrito varias veces sobre esto. Es el “puritanismo cultural” del mundo posmoderno, cortado por la tijera anglosajona.
En la Historia del Paraguay post 1870, tuvimos innumerables casos como estos. Desgañitarse y fustigar contra lo horrible y espantoso del país, contra la situación de corruptelas y bagatelas, contra la “maldad de los otros” en resumidas cuentas, porque siempre son “los otros” quienes supuestamente “monopolizan” a la villanía, las bajezas y la hipocresía indisimulada. El punto álgido de este “puritanismo cultural” en nuestro país fue en 1904 – 1947, la llamada “Era Liberal” en la que se predicaba a grito partido por el respeto a las instituciones de la República, por el orden democrático y demás linduras orquestadas con la más llorosa música sentimental a puro violín chillón. Pero la realidad era otra: cuartelazos cada fin de semana, balaceras y matanzas entre miembros del mismo partido (entonces hegemónico), revoluciones que se suscitaban como si fueran fiestas patronales, movimientos opositores proscritos o suspendidos, elecciones amañadas (denunciadas por ellos mismos), oligopolios aterradores de cinco o diez familias que tenían a los “hacheros” y “mensú” en situación de esclavitud indignante. ¡Ah, porque todos recuerdan a Rafael Barrett, pero siempre se olvidan de decir que cuando hablaba de las atrocidades que sufrían nuestros campesinos en los “yerbales paraguayos”, lo hacía en 1910, plena Era Liberal! Y nunca olvidemos que si hubo un Gral. Higinio Morínigo con poderes dictatoriales fue porque antes hubo un Gral. José Félix Estigarribia con poderes dictatoriales, que le fueron otorgados por la Constitución de 1940 escrita por el Partido Liberal de entonces.
Aclaro que yo no estoy necesariamente en contra de las “Dictaduras”, pues si la República las necesita en determinado momento y situación, adelante con ellas. Siempre fue así, desde tiempos de la Antigua Grecia y el Imperio Romano. Solo hoy tenemos el ridículo “fundamentalismo democrático” que tampoco nos ha librado de sufrir una verdadera “tiranía sanitaria globalista”. Ahora, sí es de resaltarse de nuevo el hipócrita puritanismo cultural de quienes se las pasan atosigando con sus eslóganes y su griterío contra el supuesto tirano Alfredo Stroessner siendo que gracias a ellos, tuvimos a dos de los tres dictadores “oficialmente reconocidos” de nuestro siglo XX: José Félix Estigarribia (quien falleció intempestivamente, me hubiera encantado que gobierne 35 años, no lo niego) y su heredero Higinio Morínigo.
Pero por supuesto: “Dios, te doy gracias… porque no soy como ese publicano”.
Hoy tenemos a los mismos personajes quienes reciclan las consignas de 1904 – 1947. Curiosamente, estos son los “desafectados” del actual Partido Liberal Radical Auténtico, los que se sienten “herederos” de ese régimen que concluyó tras la renuncia del General Higinio Morínigo, los que añoran a ese Paraguay, el de los “hacheros y mensúes” mientras que ellos se las pasaban viajando por el mundo y proclamando las bondades del liberalismo económico para recibir los aplausos y las palmaditas en la espalda de la tribuna globalista y su tecnocracia totalitaria. ¿Quiénes son? Pues en los desperdigados partidos de la “oposición contra la ANR” tenemos un cúmulo de ellos, unidos por el mismo sentimiento de fariseísmo puritano de toda la vida.
No obstante, quienes mejor representan a eso que describimos con el epíteto bíblico “Sepulcros Blanqueados”, son los del Partido Patria Querida (PPQ). Creo que es necesario aclarar que nada personal tengo contra la gente de dicho partido, incluso a algunos miembros del mismo los considero compañeros de varias causas comunes y hasta como amigos en la distancia. Si ellos me consideran un “enemigo”, pues bueno, “ellos se lo pierden y yo me lo ahorro, he’i kuña vaira”.
Si los del PPQ pudieran andar con levita y bombín inglés por la calle, lo harían, discurseando sobre las bondades fundamentalistas de la democracia liberal, anunciándose a sí mismos como los profetas de la libertad y la justicia, proclamando a los cuatro vientos “Dios, te doy gracias… porque no soy como ese publicano” de una forma tal que sonrojaría de vergüenza al más radical de los Fariseos del Sanedrín.
¿Pero qué es lo que nos han ofrecido, con obras que demuestren que la fe no está muerta?
Lo primero que llamó la atención fue cuando Fidel Zavala, a pocas semanas de haber asumido su banca senatorial luego de haberse presentado electoralmente como “enemigo del EPP y los secuestradores” (por el rapto que debió padecer y que por fortuna tuvo final feliz), se lo vio reuniéndose con los principales líderes del Frente Guasú, partido político neo-marxista que reivindicó siempre la acción terrorista del denominado “Ejército del Pueblo Paraguayo”. Zavala los apuntaba con el dedo, pero no sintió náuseas ni asco para reunirse con ellos, todo para ser la “oposición a la ANR”. Al menos hubiera mandado a un secretario y él mostrar un poco de principios personales para no juntarse de forma innecesaria con semejante chusma que se burló tantas veces de su desgracia con suerte. De hecho que hace pocos días anunciaron los del “Partido Patria Querida” que estaban muy dispuestos a formar una “alianza opositora” para las generales del 2023 con los demás movimientos, entre ellos los de la izquierda más radical que dicen combatir. Claro, uno sabe que en la política se hacen “alianzas” y “componendas coyunturales”, el problema es simplemente la hipocresía y el “puritanismo cultural” de quienes dicen una cosa y no tienen empacho para actuar de manera completamente opuesta. No por nada los de PPQ se han ganado el mote de “cebollones” últimamente, siempre a rastre de los demás opositores que para colmo de males, les desprecian de corazón. Porque el zurdo nunca deja de ser zurdo. Solo los “patriaqueridistas” se las tienen que tragar dobladas.
Las bancadas de PPQ han tenido un comportamiento más o menos errático en este período parlamentario. Por momentos, marchando a tambor batiente junto a la llamada “oposición” (sin importar si esta exuda izquierdismo y bolchevismo a borbotones) y en otros casos apoyando causas positivas como la defensa de la vida desde la concepción y la familia natural. Esto último debe ser reconocido. Lastimosamente, los argumentos que esgrimieron los legisladores de “Patria Querida” han sido muy endebles y flojos: defienden “la vida y la familia” porque “la Constitución dice que hay que hacerlo”. O sea, ni chicha ni limonada en el fondo. Si la Constitución cambia, cambiarán también ellos. Espero que nada de esto ocurra, desde luego.
Sin embargo, hay ciertos signos que me generan profundas dudas. De nuevo, el protagonista es Fidel Zavala y el supuesto caso que se dio fue que le descubrieron a una dizque amante asalariada por el erario público. En este sentido, cabe decir que todos somos pecadores y podemos caer en tentación pues la concupiscencia nos carcome; espero que haya podido superar junto a su familia ese duro desliz que sin duda, quebrantos le habrá ocasionado. Ahora, que la presunta amante en cuestión haya sido “asalariada del erario público” ya penetra en lo que nuestro vulgo llamaría “cosa de puercos”, suponiendo que sea cierta la historia. Claro, algún mamerto me dirá que todo el mundo lo hace, lo que es una lástima y ningún consuelo, salvo para los tontos. Pero los del Partido Patria Querida despotrican a viva voz contra dicha práctica, como corresponde desde luego, siempre y cuando no le toque a un “chancho de su chiquero”. Para allí tenemos el “silencio sepulcral”. ¿Sepulcros blanqueados, dónde?
Bueno, en realidad no hubo tal silencio sino todo lo contrario. En una entrevista, uno de los principales referentes del Partido Patria Querida, Mario Paz Castaing (¿tendrá algo que ver con el edil capitalino y liberal Pedro Castaing, quien asesinó a su colega colorado Verísimo Vargas en 1921?; alguien hará la genealogía correspondiente para esta curiosidad que me asaltó por un momento, claro que si fuera su ancestro, él no tiene la culpa de ello) afirmó tajantemente que “el Partido Patria Querida, institucionalmente, no es próvida y no es pro familia”. ¡Todo esto por el pecadillo de su amigo Fidel Zavala! ¡Imagine Ud.! ¡Si estas son las “convicciones” del PPQ, para qué queremos convicciones! ¡Le habrían negado el saludo a Zavala si convenía políticamente a sus fines! Pero bueno, no es de extrañarse.
En las elecciones municipales del 2020, tuvimos el asesinato del candidato a Concejal para la ciudad de Itakyry, el colorado Carlos Aguilera. Crimen político cuya índole no se veía en muchísimo tiempo, en pleno período electoral. Se acusó a candidatos de los movimientos opositores y el asunto sigue sin resolverse claramente, porque parece ser que la muerte a tiros de revólver de un candidato de la ANR es pacata minucia. ¿Cuál fue la reacción del Partido Patria Querida (y también de los demás movimientos opositores)? Ignorar olímpicamente el asunto, falsificar la historia, minimizarlo lo más posible y posteriormente, ofrecer fríos comunicados de poca monta cuando ya no se podía ocultar lo inocultable. Ahora se hace más interesante conocer la genealogía del vicepresidente de PPQ Mario Paz Castaing. Quizás esto nos ayude a explicar por qué fueron tan reacios en condenar con todas sus fuerzas el asesinato de un potencial munícipe colorado…
Hablando de munícipes. Luís Yd, el actual Intendente de Encarnación y “covidiano” más fanático de todos, si se me permite el neologismo. Ya hemos escrito sobre él anteriormente. Es una lástima que otros no lo hagan, por supuesto, sabemos que por su condición de “PPQ” posee una especie de “inmunidad automática” para cierta prensa decadente de nuestro país. Tenía que haber sido de la ANR para que lo investiguen hasta en donde hace sus necesidades básicas, al igual que otro personaje de otra municipalidad, el joven Miguel Prieto de la Ciudad de Flor de Lis y Puerto Presidente Stroessner, vulgarmente conocida como “Ciudad del Este”. ¡Ah, pero mejor no hablar de ciertas cosas, ellos son de la oposición y solamente “los otros” son los que, supuestamente, usan la llamada “pandemia” para rapiñar recursos del estado!
A mí me gustaría aplaudir hoy a Luís Yd, cuya intendencia prohibió los carnavales “por causa del COVID”. Yo soy de la línea Doctor Francia en este sentido y todo el mundo lo sabe: el “carnaval” es “Culto a Baal” y debe ser extirpado de nuestra sociedad cual si fuera una neoplasia maligna. ¡Espero que los Encarnacenos también celebren la sabia decisión de su “Intendente Tribunero”, quien piensa que se puede salvaguardar la salud pública dinamitando a la principal fuente de ingresos turísticos de la ciudad! Por supuesto que si Luís Yd se mantiene en su decisión y prohíbe para siempre los carnavales, yo seré el primero en luchar para que se le erija un monumento. Pero no lo va a hacer, porque él es del Partido Patria Querida, trabaja para la “tribuna políticamente correcta” del país y lo único que quiere hacer es aguar la fiesta de sus propios compueblanos. Entonces, ni chicha ni limonada como siempre. Todo es un show del fariseísmo politiquero paraguayo. ¡Que siga el cambalache del COVID!
¿Y por Asunción cómo andamos? ¿Qué tal se portan los nuevos ediles capitalinos de PPQ y “satélites”? (No nos engañemos, Jazmín Galeano Sapena es una de ellos, la muy polky squad). Pues en las vísperas de las Navidades del Señor del año 2021, como denunció el Concejal de la ANR José Alvarenga Bonzi en sus redes sociales (y como es colorado, la “gran prensa” jamás le prestó atención), los jóvenes “tan únicos, especiales y detergentes” del Partido Patria Querida y demás aliados supuestamente votaron y aprobaron un auto aumento de sus salarios, estipendios y vales de combustible. “3.000.000 razones para esta gente a la que votaste porque no son colorados” decía el edil Alvarenga Bonzi. Pero sus denuncias quedaron desoídas, claro está. ¡Era muy Navidad para estresarse por lo que hacen los “chanchos del chiquero opositor”!
En las redes sociales, los internautas pedían explicaciones a los munícipes “patriaqueridistas” de Asunción y solo el silencio fue la respuesta. ¿Es que esperaban otra cosa? Ellos emplean su misma táctica, la de siempre: silencio sepulcral, propio de los “sepulcros blanqueados”. ¿Para qué dar explicaciones a simples “hacheros” y “mensúes” de la bruta plebe?
¡Para todo lo demás tenemos el “puritanismo cultural”, del que tanta gala hace el Partido Patria Querida y que tanto rédito hace en el mundo “biempensante” de nuestro país! ¡Ya los veremos despotricar farisaicamente contra la “corrupción de los otros”, más pronto que tarde! Ya los veremos con su frase favorita, la que les describe a la perfección: “Dios, te doy gracias… porque no soy como ese publicano”. Porque como diría George Orwell en su “Rebelión en la Granja”:todos los animales son iguales pero algunos son más iguales que otros. O sea que, para ciertos personajes “únicos, especiales y detergentes”, la corrupción no tiene colores, excepto cuando viene de “los otros” y allí sí, tiene un único color.