Conmociona a la provincia argentina de La Pampa el brutal asesinato de un niño de 5 años por parte de su madre y su novia. El juez Néstor Ralli dictó este sábado la prisión preventiva a las dos mujeres LGBT acusadas del infanticidio de Lucio Dupuy, en Santa Rosa. Se trata de su madre, Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y de la pareja de la misma, Abigail Páez, de 27.
Desde una agrupación feminista de La Pampa se acusó del crimen “al Patriarcado”.
Magdalena Espósito Valenti fue acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez por homicidio simple -de 8 a 25 años-. “Es una calificación provisoria. Veremos si agravamos la calificación jurídica, en base a elementos que vayan surgiendo en la causa”, dijo la fiscal Verónica Ferrero.
Lucio pasó por un infierno. Según se determinó en una autopsia, se pudo comprobar que murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo. El niño ingresó inconsciente al Hospital Evita con sangre en la boca y moretones en diversos lugares del cuerpo. Incluso tenía la marca de una zapatilla en la espalda.
Christian Dupuy, el padre de Lucio, quien fue asesinado anoche a golpes en Santa Rosa, se lamentó que la Justicia nunca le dio la tenencia. “La Justicia nunca me escuchó”, escribió, desde General Pico, donde reside. “Siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé. Hoy pagó mi hijo”. Y le reclamó a un poder judicial cooptado por la “perspectiva de género”: “no solo escuchen a la madre”. “Hoy con el corazón roto y mi alma sin encontrar consuelo te digo descansa en paz hijo mío. No voy a descansar hasta que se haga justicia. Te amo Lucio Abel Dupuy”, finalizó.
¿Cómo fue el crimen? “Según lo que cuentan, anoche estaban las dos en la casa. La madre se retira porque debía ir a trabajar al Casino Club y, al regresar, estaba el nene convulsionando. De todas maneras, todo está siendo objeto de pruebas. Todo se está verificando con las cámaras de seguridad de la zona”, manifestó la fiscal.
Además, la funcionaria dijo que se encontraba verificando la información que indicaba que ya había denuncias previas contra la madre y su pareja por los malos tratos a Lucio.
“Tenía mordeduras, quemaduras de cigarrillos, golpes con objetos contundentes, de todo. Nunca vi algo parecido”, dijo una fuente judicial que tuvo acceso a la operación de autopsia.
Las dos mujeres, en tanto, dieron diferentes versiones de lo que ocurrió ante testigos. Una, por ejemplo, dijo que había sufrido un robo. “Me entraron a robar, lo dejé solo un par de segundo y se me cayó”, llegó a decir Abigail Páez.
La madre asesina de su propio hijo se encargaba de subir en sus redes sociales contenidos de “Estudios de Género en América Latina” donde apuntaba hacia la “violencia machista”, así como el ya clásico “Nací para ser libre, no asesinada”.
Efectivamente el feminismo y la “perspectiva de género” jugaron su rol: El caso de Lucio estaba en la justicia de familia por la tenencia. Pero a pesar que se comprobaron agresiones, siempre se decidió que la tenencia estaba en manos de la madre y no del padre, que vive en General Pico.
Entre los intereses de Magdalena en sus redes sociales se encontraban también otros exponentes del movimiento, como la “Defensoría de Géneros”, la “Feria Feminista” y una agrupación pampeana, “Tamboras del Viento – Agrupación Feminista”. Sobre esta última resulta particularmente curioso que se haya manifestado sobre el tema en cuestión, responsabilizando “al patriarcado” (sic) por el asesinato del niño: “En este caso del niño asesinado, el poder judicial es machista, porque no considera que hay mujeres que no pueden tener hijes a cargo. Y supone que la única que puede cuidarlos somos nosotras. Patriarcado siempre, puro y duro”.
Lucila Gómez, la actual pareja de Dupuy expresó también su bronca sobre la muerte del niño, a quien definió como su hijo del corazón. “Estas dos drogadas mataron a mi bebé. Lo molieron a golpes y quisieron tapar todo diciendo que fue un robo y que justo el nene estaba solo en la casa… 5 años tenía Lucio, espero que haya justicia”, dijo. “Hicimos de todo para tenerlo y esta nos lo quitó y lo mató”.
Abigail también se dedicaba a compartir en Twitter mensajes “contra la violencia de género”. En esa misma red social, Abigail Paez había hecho un comentario dirigido con violencia hacia el padre del nene el 7 de octubre de este año:
Me resbala tanto que esta chabon se haga el gran padre, porque yo tengo lo que a él le falta y se nota a la legua y es valor, valentía y sé amar. Qué bueno que no signifiques nada para ellos dos, yo sí les pude dar lo que vos les quitaste y jamás supiste enfrentar y valorar. Provida cara dura que anda teniendo hijos sin saber lo que implica realmente hacerse cargo. Y encima de provida, idiota porque se la dan de amar la vida y lo primero que hacen es rechazar a sus hijos cuando ven que tiene una inclinación hacia algo que a ustedes mismos les da miedo enfrentar, aprende a quererte un poco y deja de hacer el RIDÍCULO. Seguí en tu gran mentira de ser el padre del año, cuando bien sabemos todos que no sos ni un poquito hombre, además de violento, un retrógrado e infeliz que como fracasó con el primer hijo, lo descartó y ahora quiere aparentar nuevamente una familia feliz”.
El crimen sacudió al pueblo de General Pico. Desde las redes sociales esta prevista una marcha para este domingo, a las 18. Familiares, amigos y vecinos se movilizarán hacia la Plaza San Martín con la consigna “Justicia por Lucio”.
En la mañana de este sábado se terminó la autopsia al niño. “El pequeño está politraumatizado. Murió por múltiples golpes”, sostuvieron fuentes judiciales.
Una vez que se conoció el caso se viralizaron capturas de WhatsApp de una vecina que denunció el 25 de agosto de 2021 que escuchaba los golpes que recibía el pequeño. También en esos chats revela que la pareja de la madre lo golpeaba.
Pero para el fanatismo feminista, a Lucio no lo mató la violencia de una participante de sus también violentas consignas, ni la “perspectiva de género” en el poder judicial que impidió que su padre pudiera tener la tenencia del niño, favoreciendo prejuiciosamente y por defecto a la mujer, a pesar de las múltiples denuncias por los golpes que recibía el niño viviendo con su madre, no importa que las asesinas sean dos mujeres LGBT de sus filas, el veredicto es el mismo de siempre: “a Lucio lo mató el patriarcado”.