El secretario de Estado Antony Blinken reafirmó los comentarios del presidente Joe Biden respectó a Taiwán, y dijo que Estados Unidos junto a sus aliados “tomarían medidas” en caso de que el régimen chino decidiera desplegar su fuerza militar para atacar a Taiwán y apropiarse de la isla autónoma.
Respondiendo a una pregunta durante un foro organizado por el New York Times el miércoles 10 de noviembre, Blinken dijo: «Hay muchos países, tanto en la región como fuera de ella, que verían cualquier acción unilateral de uso de la fuerza para alterar el statu quo como una amenaza significativa para la paz y la seguridad, y ellos también tomarían medidas en caso de que eso ocurriera».
Aunque Blinken reiteró las declaraciones de Washington en relación con la necesidad de garantizar que Taiwán cuente con los medios adecuados para defenderse en caso de ataque, también dijo: «Al mismo tiempo, creo que es justo decir que no estamos solos en esta determinación de asegurarnos de preservar la paz y la estabilidad en esa parte del mundo».
Las declaraciones de Blinken se produjeron antes de una reunión virtual prevista entre Biden y el líder de la República Popular China (RPC), Xi Jinping, que podría celebrarse tan pronto como la próxima semana, informó Reuters. Las dos mayores economías del mundo llegaron a un acuerdo para celebrar la reunión antes de fin de año luego del encuentro en Zúrich el mes pasado.
Los expertos creen que las discusiones entre ambas partes pueden suponer un acuerdo para relajar las restricciones de visado para los periodistas de la otra parte, así como la posibilidad de reabrir los consulados en Chengdu y Houston, después de que las disputas diplomáticas en 2020 provocaran el cierre de estas oficinas.
Beijing no tardó en reaccionar a las declaraciones de Blinken. Durante una sesión informativa diaria, Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, acusó a Blinken de «violar el derecho internacional» y dijo que China nunca permitirá que Estados Unidos «interfiera en sus asuntos internos», en relación con sus problemas con Taiwán.
La República Popular China ha reclamado a Taiwán como parte legítima de su territorio; sin embargo Taiwán, oficialmente denominado como la República de China (ROC), es un país independiente, el cual una vez gobernó toda China antes de retirarse a la isla tras la derrota del Partido Nacionalista (Kuomintang) en 1949 en la Guerra Civil China.
Otros países, incluida la Unión Europea, han dado un paso adelante en apoyo a la pequeña isla independiente. El representante de la delegación de la UE, Raphael Glucksmann, dijo a la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, durante una reunión pública el 4 de noviembre: «Europa está con usted, a su lado, en la defensa de la libertad y la defensa del Estado de derecho y la dignidad humana».