La relación entre Polonia y Unión Europea está cada vez más tensa luego que el Tribunal Constitucional polaco haya dictaminado, apoyado por tres de cinco magistrados que formaban el plantel, que partes del Tratado de Adhesión del país al grupo europeo son inconstitucionales, y por tanto, incompatibles con la Constitución polaca.
Igualmente, Polonia decide que el derecho polaco prevalece sobre el europeo, y que la UE no tiene “la competencia necesaria para evaluar a la Justicia del país y su funcionamiento”. con lo que se rechazan también las exigencias de desmantelar la reforma judicial que el Gobierno polaco emprendió en 2015.
Desde Europa temen que el país abandone el grupo, un enlace que versa desde 2004 y que, sobre todo en este curso, se está orientando más a la ruptura que a la unión. El ex primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió el mes pasado de que la salida de Polonia de la UE es una opción real, puesto que la mayoría del Gobierno piensa que la UE es “una necesidad lamentable”.