Cuando fue presidente y no presidenta del partido que representa, era el exponente más legítimo de esa organización mafiosa, la mayor del Paraguay según el finado escritor Aníbal Miranda.
Engordada por la corrupción, llena de grasa hasta la cabeza, de conducta degenerada, ladrona de familia y por costumbre, este execrable personaje, a simple vista, no se distingue si es basquetbolista o voleibolista, utilizando terminología de su correligionario Kalé, debería ser moralmente achurada utilizando ahora términos de otro animalito de la granja; el gallito paloma.
Por supuesto ya nos viene a la mente la célebre obra de George Owell; «Rebelión en la Granja», en la cual, los chanchos son protagonistas en sentido figurado como se dice, representando a los principales miembros del politburó soviético de la época. Su idea central data de 1937, pero su redacción no quedó terminada hasta finales de 1943 siendo publicada finalmente en 1946. En dicha obra, los cerdos concentran todo lo peor de los políticos en el ejercicio del poder, por eso Orwell pensó en una de las criaturas más repugnantes del mundo animal para representarlos. Mienten, manipulan, se aprovechan, someten, traicionan, roban, oprimen y asesinan. Además, viven con privilegios que les prohíben al resto de los animales de la granja en nombre de una causa cualquiera.
Fue difícil en un principio para el autor encontrar una editora que se anime a publicar su libro porque el tío Joseph, en ella, está identificado como el cerdo principal junto con el resto de los porcinos como miembros de su gabinete. Cuando eso, aún era una figura paternal entre los aliados, la cual, fue fundamental para doblegar al demente alemán Adolf Hitler.
La ironía es que Stalin hizo famosa una expresión y con mucha razón: «No importa quien cuenta con los votos si no quien cuenta los votos; los que votan no deciden nada, los que cuentan los votos deciden todo». ¿El piko vivió en Paraguay? Porque así mismo es acá cada vez que hay elecciones. Acerquémonos la lupa un poco más: «Basta con que el pueblo sepa que hubo elecciones, los que emiten los votos no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo». Tal cual como sucede aquí en las mesas electorales en el día D.
¡Pero que va a saber o hablar él de elecciones y votaciones si era un dictador comunista!
¿Acaso Fidel Castro, otro dictador comunista, no se refirió al pluripartidismo como la «pluri porquería»? ¿Se equivocó? Ni uno ni otro se equivocaron si no todo lo contrario, en el ojo le dieron. ¿Y eso me hace a mi stalinista, castrista o comunista? Para los idiotas sí, y mirá que son muchos, especialmente en Bolaguay.
Hablando de porquería, el chiquero apodado «Congreso» es el mejor ejemplo de lo manifestado por ambos líderes comunistas. Explica lo que hay en Paraguay y por qué siempre están los mismos chanchos en el mismo chiquero. Será Congreso cuando cada chancho esté en su estaca y legítimos representantes sentados en sus curules.
La puerca Lily, prima de miss Piggy, ahora, como nos tiene acostumbrados, nos viene con una nueva cagada porcina que osa llamarlo proyecto de ley sobre violencia política contra las mujeres «para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política contra las mujeres por razones de género», díganme si esto no es otra chanchada más de la torta esta. Y esto porque no tiene una pizca de legitimidad y si realmente tuviera que competir en elecciones libres proponiendo y debatiendo ideas, no tendría idea como hacerlo, entonces, no podría seguir viviendo orondamente de los demás como «la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos».
La gran ramera colorada, cuenta en su haber con la gente de la más baja ralea nacional. Ahi está el correlí Hugo Ramirez, el nazi, quien propuso días atrás una ley segregacionista, tipo apartheid, como las leyes raciales de Nuremberg que coagularon en el Holocausto. Esto es lo que ofrecen estos hijos e hijas de putas cuya levadura avanza y amenaza con leudar toda la masa de lo que queda de la República del Paraguay.
Imagínense que ya existe un adefesio que le llaman ley, la 5777 de «protección integral a la mujer», título ridículo para un instrumento que destruye por completo el debido proceso, garantía constitucional que viene desde la «Carta Magna» de la época de Juan sin Tierra en el año 1215. Esta monstruosidad, gracias al «diputado» Iburrola, otro hijo de su puta madre pero no colorado, peor, puta alquilada por colorados del proxeneta Cartes, como su colega y correlí el juruné Tony Apuril, se extendió a las redes sociales con un anexo a la mencionada «ley». Gran enemigo de su propio género como el senador Filizzola, otro feministo hijo de puta, militante como la muñequita de trapo Barreiro. ¿Cómo luego van a ser otra cosa estos aputarrados?
La pregunta es ¿quién los puso dónde están? Evidentemente no fue el pueblo, no fue la gente ni el público, si no algún gerente en el caso de los medios y algún regente en el caso de la política. Según Stalin, fueron los que cuentan los votos o no los cuentan, según el candidato. ¡Coño tio! ¡Me ha pasao!
Y ya que estamos en un país de mayoría Católica comencemos con Santo Tomás de Aquino: «Lex injusta non est lex». ¿Necesitan traducción?
Vayamos a la Biblia, fuente de los protestantes que son los menos en Paraguay: «Ay de aquellos que dictan leyes injustas y con sus decretos organizan opresión» Isaías 10:1
Gandhi: «Nadie está obligado a obedecer una ley injusta»
Frederic Bastiat: «Ley ilegal» (Le Droit) y finalmente lo que sucedió con el paíno a raíz de lo escrito por Henry David Thoreau en su fabuloso ensayo «Desobediencia civil»: «Bajo un gobierno que encarcela a alguien injustamente, el lugar que debe ocupar el hombre justo es la prisión». Yo estuve en Tacumbú sin robarle un lápiz a nadie.
Recordar, cuando eso el BB, borracho y bisexual Lucho Gonzalez Macchi, llevaba el apodo de presidente de la República como cabeza, hueca y pelada por cierto, de un menjunge llamado gobierno de unidad nacional, completamente inconstitucional, con la complicidad de liberales, encuentristas, plata queridistas etc.
Lo de senadora sería atinado si se refiere a la mucha cena que inflan los cachetes de
la también apodada con el nombre de un muñequito diabólico de ficción. Además, promotora tenaz del vergonzante e indigno cupo de género para los cargos públicos cuya meta es llegar a 50% para mujeres. Aquí es evidente la trampa, ya que ella puede jugar en ambos bandos, es muy injusto para el resto.
Mi desafío consiste en hacer valer y respetar la libertad de expresión, elemento esencial en el debate político que gente mala y mediocre, además de criminal, como la susodicha, quieren cercenar a pesar de ser una garantía constitucional, un principio universal de la civilización occidental y un derecho humano fundamental. Para ejercerla, siempre hay que llamar a las cosas por su nombre; ¡al pan pan! al vino vino! y al puto puto! No hay eso de excusarse o pedir permiso para decir las cosas: «Yo no soy homofóbico pero no estoy de acuerdo con el matrimonio del mismo género». ¡La puta! ¡Tibio de mierda! ¿Te excusas para opinar? ¡Te van a imponer como hablar estos degenerados! Para ser libres primero hay que ser dignos de serlo, lo dijo Juan Bautista Alberdi, el prócer argentino cuya presencia en nuestro país está en todos lados, desde calles, bustos y ciudades con su nombre, carajo!
Todas estas «leyes especiales» que de por sí violan la Constitución Nacional, en particular las referidas al género, denigran a la mujer en general y generan a la vez una peligrosa discriminación hacia el género masculino similar a la de los nazis con sus leyes raciales, solo que en este caso mucho más amplias, ¡Una barbaridad! No en vano el término feminazi las define perfectamente. Ojalá las hediondas hagan algún berrinche por este texto para mandarles la caballería, montada por jineteras y galoperas kuera, hembras de verdad, para que hagan una jineteada ejemplar alrededor de elles.
Ya es tiempo que se abra la cancha para que pase esta chancha y quede de por vida en su chiquero si no quiere que algún día alguien le achure. Sucedió con Jezabel, esposa del corrupto Rey Acab a instancias de ella, cuyas carnes fueron devoradas por los perros y su sangre lamida por ellos.
Si esto pasa, yo paso, como judío no como carne de chancho.
Felíz semana chiques