Dos congresistas en Estados Unidos presentaron este martes un proyecto de ley que pretende facilitar cambios en la tutela legal de la cantante Britney Spears. El proyecto, promovido por un representante del Partido Republicano y el otro del Demócrata, busca favorecer también a otras personas que tenga conflictos con sus representantes.
La iniciativa, que pone de ejemplo el caso de la cantante, lleva por nombre “ley de libertad y derecho a emanciparse de la explotación” (freedom and right to emancipate from exploitation act), que responde a FREE Act por sus siglas en inglés, un guiño al movimiento #FreeBritney.
“Con la FREE Act, liberaríamos a Britney junto a la innumerable cantidad de ancianos y personas con discapacidades abusadas y explotadas por un sistema roto”, aseguró en un comunicado el congresista demócrata Charlie Crist (Florida), impulsor del proyecto junto a la republicana Nancy Mace (Carolina del Sur).
La ley permitiría que las personas tuteladas puedan pedir la retirada de un tutor y reemplazarlo por otro familiar, empleado público o profesional privado.
En la actualidad, los afectados por la tutela legal tienen que demostrar que se ha perpetrado abuso o fraude para lograr cambios sustanciales, algo difícil ya que el propio diseño del mecanismo legal reduce sus competencias y han de estar en todo momento representados por un abogado designado por los juzgados.
“Queremos asegurarnos de que añadimos transparencia y responsabilidad al proceso de tutela. La tutela de Britney Spears es una pesadilla. Si esto le puede pasar a ella, le puede pasar a cualquiera”, añadió Mace.
El proyecto legislativo no es el único gesto que la política estadounidense ha tenido ante el caso de Britney.
Un grupo de legisladores republicanos de EEUU invitó a hace unas semanas a la cantante a testificar ante el Congreso para explicar la batalla legal que libra contra su padre, Jamie Spears, por la tutela que desde hace 13 años controla todos los aspectos de su vida.
El caso de Spears ha provocado la simpatía de los republicanos porque, a su parecer, la tutela impuesta sobre la artista infringe algunos de los principios básicos más importantes de su ideología, como el individualismo, la libertad y la independencia del Estado.
Pero también algunos demócratas han expresado su solidaridad con la intérprete de “Toxic”.
Por ejemplo, los senadores demócratas Elizabeth Warren y Bob Casey pidieron al secretario de Salud, Xavier Becerra, y al fiscal general, Merrick Garland, más información sobre la figura legal que permite que el padre de Britney tenga pleno control sobre el patrimonio de la artista, valorado en 60 millones de dólares.
Sobre la batalla legal de Britney, la Corte Superior de Los Ángeles permitió la semana pasada que pueda elegir a su propio abogado, un cambio sustancial que sienta precedente en la tutela después de las dimisiones de su anterior abogado designado, su representante artístico y un fondo de inversión que controlaba su riqueza.
LA AMENAZA DE BRITNEY
Esta semana, en una furiosa publicación en su cuenta de Instagram, la cantante Britney Spears de 39 años anunció el fin de semana que no se subirá a los escenarios mientras su padre siga controlando todos los aspectos de su vida, como ha hecho durante los últimos 13 años.
“No actuaré en ningún escenario pronto con mi papá manejando lo que visto, digo, hago o pienso”, escribió Spears, quien desde hace varias semanas ha estado suplicando a la jueza de Los Ángeles que la libere de su padre, Jamie, elevando el interés mundial en su caso.
“La princesa del pop” colgó una imagen en la que se leía el mensaje: “Acéptame por lo que soy o bésame el culo”. Junto a la imagen, Spears hizo un largo alegato en el que, al parecer, respondía a las críticas que habían recibido algunos videos en los que aparecía bailando. “A aquellos que critican los videos en los que salgo bailando… ¡¡¡¡Miren, no voy a actuar en ningún escenario en un futuro cercano mientras mi papá siga decidiendo lo que me pongo, digo, hago o pienso!!!! Ya lo he hecho durante los últimos 13 años”, lanzó la artista.
Afirmó, además, que prefiere bailar en el salón de su casa que subirse a un escenario de Las Vegas, donde la gente está tan “ida” que no puede ni estrecharle la mano. “Y -añadió- no me voy a poner un montón de maquillaje y ensayar, ensayar y ensayar otra vez y no poder hacer algo real, con mezclas antiguas de mis canciones, mientras estoy rogando que pongan mi nueva música en un espectáculo para mis seguidores…¡¡¡¡Así que lo dejo!!!!”.
(Con información de EFE)