Ayer un posteo en Twitter del candidato designado por el PLRA para la intendencia de Asunción, Eduardo Nakayama, despertó una inmensa crítica de parte de la ciudadanía. Al final de su tuit Nakayama sostiene que “Vacunarse es patriótico, no hacerlo, criminal”.
Con ello, el lobo disfrazado de oveja viene a revelar qué tipo de “liberalismo” es el que abraza quien decía ser un verdadero liberal, pero al final resulta ser el mismo tipo de liberal que Efraín Alegre, quien llegó a abrazar la dupla con la extrema izquierda de los del Frente Guazú.
Justo ayer, el 14 de julio, se celebraba el día de la toma de la Bastilla, aunque en Francia, los amantes de la libertad volvían a salir a las calles para protestar contra la obligatoriedad de las vacunas.
Aquí no se trata de estar a favor o en contra de las vacunas. La gente se muere no por culpa de los «antivacunas», sino porque no hay vacunas, porque el sistema de salud es pésimo y porque a los políticos nunca les ha importado la salud del pueblo. La gente se muere por no tener atención médica a tiempo, por no tener medicamentos…
Existen grupos religiosos, como los menonitas, algunos testigos de Jehová y judíos ortodoxos que se oponen a las vacunas. Otros religiosos evangélicos se oponen específicamente a esta vacuna por la identificación que ven en ella con la marca apocalíptica; otros simplemente aún desconfían de ella porque ya existen miles de muertes de vacunados. Pero el tema es que no se puede estar creando ciudadanos de segunda clase.
¿Acaso ahora los no vacunados van a ser los nuevos leprosos? ¿Se los tendrá que marginar en ghettos como se ha hecho con los judíos?
La excusa de que por culpa de los que no quieren vacunarse se difunde el virus no tiene sustento. Supuestamente para eso mismo está la vacuna. Una cosa es obligar a alguien a usar el cinturón de seguridad (lo cual también podría ser objetable), pero muy diferente es obligar a alguien a ponerse algo dentro del cuerpo y más aún a ir contra su propia creencia, como una vez lo expresó el Prof. Dr. Alan Redick en uno de sus artículos.
Nadie está prohibiendo a nadie a cuidarse (con o sin vacuna), del modo que ya a estas alturas cada quien es responsable de cuidarse.
Cuando Arsenio Godoy (seguidor de Nakayama) le cuestionó diciendo: “No estoy de acuerdo, es más… todos somos libres de hacer lo que nos parezca bien según nuestro entender y no por eso seremos criminales”, a ello Nakayama le contestó apelando al bien de la sociedad, como lo hace todo dictador de izquierda.
Nosotros en InformatePy, defendemos tanto el derecho a la gente a vacunarse como también el derecho de aquellos que no quieren vacunarse.
No olvidemos que en la Alemania nazi una de las frases más usadas era “Für Ihre Sicherheit” (por tu seguridad). No nos dejemos engañar por aquellos que dicen abrazar la libertad pero que en realidad lo que quieren es obligar.