Marito, Horacito y Sandrita, cualquiera de los tres hiede de lo que fuere. Y es que este espacio es importante para no dejarse arrastrar por la marea diaria de la pelotudez que cubre todo el tablero político nacional. La granja política nacional.
El exilio y la clandestinidad me dieron la oportunidad para desarrollar una nueva habilidad, cuál es, entrar y salir de la película e incluso del tablero cuando me dé la santa gana o lo considere necesario.
Esto te permite mirar cada tanto la cosa desde afuera sin estar en la vorágine del rodaje si no sentado en esa famosa silla alta donde los actores de cine suelen esperar y esperar la filmación de la siguiente escena.
¿Y quien carajo soy yo para darme estas ínfulas? Raúl Melamed Alcalay: Guerrero atrevido, Maestro, de Alcalá de Henares, es lo que quiere decir mi nombre completo en castellano. El primero deriva del francés, el segundo del hebreo y el tercero de la ciudad donde nació Cerventes. !Y Olé!
Podéis llamarme Raúl Maestro de Alcalá si os parece.
En verdad fui echado varias veces del tablero y el rodaje, cada tanto, exagero si digo a patadas pero fuera del ruedo y el ruido al final. La superficie es solo el merengue de la torta, por debajo está el bizcocho y en el centro el dulce de leche, ahí estamos.
La mayor de las tentaciones es querer estar siempre sobre el tablero o en la pantalla, en cartelera. Esto es una debilidad que se va volviendo muy fuerte valga la contradicción. Terminaran, los que la padecen, haciendo cualquier cosa por permanecer, mínimo el culo ofrecer y eso es lo que se vé por doquier.
Es bueno recordar cada tanto, así como a John Swinton, a Hans Hermann Hoppe, autor del libro «Democracia, el dios fallido»: «Solo quisiera que la gente reconociera las cosas como son de verdad. Quisiera que entendiera los impuestos como robo, los políticos como ladrones y todo el aparato y burocracia del Estado como una estructura de protección, una empresa similar a la Mafia, solo que mucho más grande y peligrosa». Por favor, cumplan el deseo de este señor, mal no les va a hacer. ¿Y qué dijo Swinton? Averigüen.
Después de las letrinas de los baños públicos trancadas por la caca, el ámbito político huele peor que un chiquero que aquí califica tercero.
«Si nos dejan» canta Luis Miguel, yo prefiero la mini serie española de dos temporadas llamada «Vivr sin permiso», recomendadísima, hasta el puto que actúa es excelente.
La pregunta: ¿El hecho de que la marihuana está prohibida evita que la gente fume? Nunca.
Importante porcentaje de la ciudadanía asuncena la consume, muchos jóvenes por supuesto, por eso me quieren, porque la defiendo a muerte. Yo también les quiero, les quise luego primero.
Federico Franco reconoció que instalé el tema en el debate nacional anticipándome a los hechos que luego me dieron la razón, como que de siempre, de lo cual ya estoy cansado. Dijo que me escuchaba siempre y me bancaba a muerte, entonces le pregunté porque públicamente asumió una postura anti-legalización, me contestó que tenía una imagen que cuidar, como médico supongo. Me reí por dentro y quería preguntarle sobre qué imagen hablaba ya que todo el mundo lo odia y lo considera corrupto, prueba suficiente fue como lo sacaron a patadas de la plaza aquella vez.
Increíble! ¿Cual es el público de Fede ante el cual cuida su imagen?, no es la gente obviamente, no es el pueblo evidentemente, entonces? Ah! He ahí la clave señor.
Por eso la política y otros ámbitos como el de la tv y la prensa en general viven en un mundo paralelo, irreal, lleno de mentiras y corrupción, sin legitimidad alguna en cuanto a público se refiere. Viven en negación, repitiendo falsedades para imponerlas, una más grande que la otra, robando por todos lados. Mienten y roban, y el que miente roba, y el que roba mata, sin duda.
Acaso la televisión está llena de putos a pedido del público? Na ápe!
Entonces ¿a quién responden? pregunto una vez más.
Bueno, aquí hay un encargado, ostenta luego ese título, no es necesario un embajador ante semejante gobierno de mierda, aunque es de ellos y no nuestro. Ya lo dijo FDR aquella vez por Tacho Somoza: «¡Es nuestro hijo de puta!»
Escucho todo el diálogo de los Joes, el de allá con el de acá: «Pero señor presidente trucho, este turco es un burro!» a lo que el de allá respondería: «De acuerdo, pero es nuestro burro!»
Así que el burócrata Joe Salazar ostenta bien el título de encargado, sobre todo de esta granja política nacional. Podríamos agregar el mote de capataz también. Encargado-capataz, suena bien.
Esto es para todos los boludos y pelotudos que se pasan debatiendo sobre quién gobierna el país, Marito o HC, este o aquél, y que aquella luego es de este por eso no responde a aquél, que argel!
La transformación más veloz de género se dio cuando Drogacio se convirtió de gallo en gallina. Fue justo la tarde que atraparon guaú a su amigo Messer cuando ya contaban con todos los votitos para tumbar a Marito. Esa noche el único que salió a defender al turquito fue el gay friendly Lee Mc Faggett, embajador del mal, claro, a su po’kyra.
Finalmente, vino esta pelotuda importante a dar instrucciones -Vicky Nuland- desde la cueva de la serpiente, oficina del imperio, el Departamento de Estado. Dijo a la prensa cualquier pelotudez. La felicito, para eso existe feroz público en el Paraguay, para la pelotudez. No quiero ni repetirlo, ya se habrá hecho conforme a la cantidad de idiotas que pululan en este país.
De modo que, estos peoncitos que están sobre el tablero son movidos por manos extrañas y no pueden salir de él. Y estas figuritas de papel, que son de la tv y el resto de los medios, solo repiten en coro un libreto impuesto para darle sonido al juego del tablero. ¿Y la gente? ¿El pueblo? ¿Qué pito tocan? Son similares a ese empapelado de gente en los estadios de fútbol vacíos cuando hay partidos.
Sigan creyendo idiotas, que el país lo maneja HC o que Marito ostenta el poder, sigan creyendo lo que escuchan en los medios, todos repitiendo lo mismo como un coro de imbéciles.
Sigan creyendo, pueblo heroico de un país soberano. Ja!
Shabbat Shalom