“Tomen la educación y la cultura, el resto se dará por añadidura” afirmó Antonio Gramsci, uno de los más importantes e influyentes pensadores comunistas.
La izquierda latinoamericana aprendió la lección, lo supo hacer y ayer los volvimos a ver en Chile donde, por ejemplo, la alcaldesa electa de Santiago de Chile, capital del país, se presentó a las elecciones como “Partido Comunista”, lisa y llanamente Partido Comunista, ya no les hizo falta esconderse bajo eufemismos como hacen aquí.
La izquierda tomó la educación y nadie hizo nada, los dejaron adoctrinar a jóvenes políticamente inexpertos y, a su vez, condenaron a su nación a un futuro espantoso; eso sí, ayudados obviamente por medios de comunicación infiltrados y siendo parte de un plan sistemático de prostitución mental.
Si bien destaca en esta situación la importancia de dar la batalla cultural o ideológica en todos los estamentos educativos, debemos saber que esta lucha no se agota ahí, que poco importan los buenos resultados económicos que se obtengan, la batalla cultural mas importante es por la libertad, ésta se debe seguir defendiendo, siempre.