Los demócratas –con el respaldo de una decena de republicanos– aprobaron este miércoles en la Cámara de Representantes el inicio del segundo juicio político contra el presidente Donald Trump. Aunque la destitución –a una semana del cambio de gobierno– está descartada, el proceso puede continuar cuando el líder republicano ya no esté en el cargo. La finalidad ya no será sacarlo de la Presidencia sino inhabilitarlo políticamente. Pero la polémica ya no girará solo en torno al presunto delito de incitar a la «insurrección» que se le atribuyen a Trump. También estará sobre la mesa la controversia que desacredita a uno de los nueve administradores del impeachmment.
El congresista demócrata Eric Swalwell, epicentro del espionaje chino en Estados Unidos por su estrecha relación con una espía del régimen comunista de Xi Jinping, está encargado de administrar el juicio. Así lo anunció el martes en la noche la presidente de la Cámara baja, Nancy Pelosi, quien publicó la lista de los nueve representantes encargados de la administración del proceso.