En la actualidad el escenario político nos encuentra con mayor frecuencia la puja entre estos dos componentes importantísimos para la consolidación de la comunicación política EL Relato vs. La verdad, a veces disfrazados convenientemente por los actores políticos e instrumentados por sus brazos ejecutivos en los medios de comunicación, empecemos por hablar acerca del RELATO.
James Baldwin, escritor afroamericano y uno de los más conocidos precursores del movimiento de derechos civiles, afirmaba: «Escribimos para cambiar el mundo (…). El mundo cambia en función de cómo lo ven las personas y si logramos alterar, aunque sólo sea un milímetro, la manera como miran la realidad, entonces podemos cambiarlo.» (sic), con ello podemos decir que el mundo cambia de acuerdo a la percepción de las personas, es decir, si logramos alterar el modo de ver la realidad o los hechos, entonces podemos cambiarlo todo, te parece familiar no??
Las palabras son las células de cambios y transformaciones, para bien o para mal, son el génesis de todo relato político.
Los relatos políticos así constituyen los procesos por los cuales se instalan ideas y proyectos políticos, eso llevado a nuestra realidad nacional es diligentemente utilizado por los equipos comunicacionales, especialmente por la oposición y algunos referentes del oficialismo actual.
El “relato” construido sobre el fantasma de la “persecución” política polariza a la ciudadanía en dos bloques: los justicieros y los villanos, los impolutos y los corruptos, manipulando así a la opinión pública a través de sus propios sentimientos, esto es “empatizar” con las masas o si quieren llamarlo de otra manera “populismo”.
La maquinaria comunicacional de la oposición tras la imputación de Efraín Alegre en su carácter de ordenador de gastos de la nucleación política que preside, el PLRA, inmediatamente ha comenzado a instalar el relato de la persecución política del cartismo, cuando los denunciantes ante el Ministerio Público nada tienen que ver con el Movimiento disidente colorado, habida cuenta que esta denuncia parte del propietario de la estación de servicios Catedral, el Señor Silvio Concepción Martínez Mendoza, que señala la clonación de una factura que originalmente figura en sus registros contables por una suma ínfima (100 mil gs) y que luego de una reunión con referentes políticos del PLRA le informan que la factura de la mencionada estación de servicios proveedora de combustible del partido figura con otra cifra millonaria, 98.000.000 Gs. , lo que motivó la denuncia ante la Unidad Fiscal.
Volvamos al relato, Stanley Greenberg, asesor de comunicación, emplea una sugerente frase al referirse a la contienda política entre los líderes y los partidos políticos: «El relato, la narración, es la llave de todo». En consecuencia, el partido (y el político) que tiene la mejor historia, gana.(sic), así podemos ver en medios de comunicación funcionales a la “oposición” articular de manera sincronizada con políticos –aliados coyunturales históricos- de Alegre la instalación de una idea en la opinión pública: “Efraín Alegre es un perseguido político por ser un potencial candidato a la Presidencia en el 2023”.
Resulta evidente la manera como ante una investigación de tipo penal, se prenden las alarmas y orquestan una agresiva campaña de distracción, apelando incluso a descalificaciones ad hominem de los investigadores de la causa.
Una imputación no debería ser objeto de tanto escándalo puesto que es un proceso en el cual se desagotan las pruebas para acusar o deslindar responsabilidades, la desesperación y la intempestiva reacción de los actores políticos y mediáticos se prestan a un sinnúmero de conjeturas y suspicacias puesto que quien nada debe, nada teme… La RAE nos dice que la verdad es: “Adecuación entre una proposición y el estado de cosas que expresa”, entonces dejemos que el proceso investigativo siga su curso para ver si la proposición se adecua al estado real de la demanda, porque una contienda de relatos solo muestra desesperación y torpeza por parte de quien hoy se encuentra en el ojo de la tormenta.
Rocío «La Negra» Villalba
Comunicadora Independiente