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Director Deportivo, ¿Un cargo extravagante?

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El Director Deportivo desde sus funciones

El director deportivo (DD, en adelante) es la persona encargada del área deportiva de un club. En países como Paraguay, por el común proceder de los clubes mismos, sus funciones se limitan al ámbito exclusivo del fútbol.

Esta sería una exhaustiva lista de las funciones del DD:

  • Identificación de un modelo deportivo: todos los equipos de fútbol del club deben tener un comportamiento parecido, que es lo que se denomina como modelo de juego; es decir, comportamientos y principios parecidos tanto en el primer equipo como en cada uno de los planteles de cualquier categoría de formación y del fútbol base.
  • Fichaje de CT: una vez delineado el modelo de juego, se debe ir a la tarea de fichar un entrenador que sea afín a dicho modelo. Esta decisión es vital para la construcción de un equipo que represente el modelo.

También se debe dar el fichaje de los entrenadores de las categorías de formación y del fútbol base. Todos siguiendo la misma línea.

  • Confección de la plantilla: fichar jugadores que reúnan, en lo posible, condiciones ideales de mercado; pero lo más importante, que sean ideales para el modelo pretendido, y que sean necesarios para cubrir puestos claves y vacantes.
  • Coherencia metodológica: la línea metodológica de entrenamiento debe ser coherente con el modelo de juego. En todos y cada uno de los planteles, siempre respetando la progresión de los niños y jóvenes.
  • Confección del organigrama del área deportiva.
  • Establecimiento de los criterios de evaluación para la temporada.
  • Seguimiento exhaustivo del scouting y análisis de rendimiento.

El contexto del fútbol paraguayo

El fútbol paraguayo no parece ser un contexto favorable para el desarrollo del trabajo de un DD, a todo motor. ¿Por qué?

Porque es un medio en el que las decisiones las toman los dirigentes. Resulta inaudito contar con casos en los que se le entregue la llave de las decisiones deportivas a un outsider de la Comisión Directiva.

Así las cosas, la confección de la plantilla obedece a criterios muchas veces lejanos a los de configurar un modelo de juego identificable. Priman otros criterios: las oportunidades del mercado tanto en la compra como el precio de reventa posterior; la trayectoria del jugador, sobre todo si jugó en equipos de renombre; y en ocasiones hasta la posibilidad de constituir jugador franquicia de la institución.

Como se ve, en ninguno de los casos se ve algo parecido a rendimiento previo, cantidad de partidos, goles, asistencias, etc. Mucho menos se tiene en consideración si son afines a un modelo de juego. Con los entrenadores, más de lo mismo: oportunidad de mercado, trayectoria previa, etc. Nada de esto de “es el entrenador que dará seguimiento al modelo de cómo queremos jugar”. 

La postura común de los dirigentes es la de poner coto en todo lo que tenga que ver con estas decisiones. Entonces, se ve movimientos de cada semestre en contrataciones y recisiones de contrato porque los fichados no han llenado las expectativas.

¿Cómo hacer para compaginar?

La presencia de un estilo de gestión que incorpore un DD implica una disciplina organizativa poco usual para nuestros clubes.

Nuevas maneras de proceder, organigramas precisos, criterios científicos y disciplinados, egos en su justa medida. Miras y objetivos de mediano y largo plazo. Planificación en consecuencia: dónde estamos ahora y dónde queremos estar en 2, 3, 5 años.

Parece poco factible en el corto y mediano plazo, pero habrá que incorporar formas menos improvisadas de gestión. Los clubes ya no pueden sostenerse tal y cómo están ahora.

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