Analisis

Mi esposo y yo

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Primera Parte

Vamos por partes dijo el descuartizador.

Para este locutor y seguramente para una mayoría entendida de norteamericanos, Andrew Jackson fue el mejor presidente de la historia de los Estados Unidos hasta que llegó Donald Trump para quien también lo fue. En una encuesta realizada hace algún tiempo, Ronald Reagan seguía siendo el presidente más amado de todos, sospecho que si se hace otra similar actualmente, es muy posible que el rubio se haga también con ese título.

El 8 de junio de 1845 el general Jackson afirmó en un discurso: «La Biblia es la roca sobre la cual descansa nuestra República». De esto no se puede dudar, es la historia pura y dura de los Estados Unidos de América. La ética protestante en el marco político y legal de la Constitución «We the people of the United States of America» es el espíritu que dio vida a esa nación que hoy agoniza.

Si bien la separación de la Iglesia del Estado fue un hecho desde el comienzo de la república, el gobierno estaba articulado de manera que solo sea dirigido por presidentes protestantes, prueba irrefutable de ello diría yo, son las desastrosas y trágicas administraciones de John Fitzgerald Kennedy y Joseph Biden, ambos católicos, por desgracia, y así le fue a aquel y le va a este. Completamente desencajados del sentir mayoritario del pueblo norteamericano, lo cual se explica recordando que ambos llegaron a la presidencia con fraude, no podía ser de otra manera.

Aunque John tenía el carisma y la apostura que Joe carece por completo así como una bella y glamorosa esposa como Jackie lo cual tampoco tiene Biden.

La roca sobre la cual descansaba la república norteamericana condena categóricamente la homosexualidad tanto en el antiguo como el nuevo testamento. Les recuerdo que la Biblia no es solo el nuevo pacto en el cual también se condena el putismo con la muerte aunque les sorprenda a los católicos lo cual a mí no me sorprende ya que su característica principal es justamente desconocer lo que está escrito en la Biblia.

Aquí vamos:

Antiguo Testamento

Levítico 20:13: «Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre».

1 Reyes 15:11-12: «Asa hizo lo recto antes los ojos del Señor, como David su padre. Porque quitó del país a los sodomitas y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho».

1 Reyes 22:43-46: «Y anduvo Josafat en todo el camino de Asa su padre sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos del Señor […] barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa».

Nuevo Testamento

Romanos 1:26-32: «Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío».

Y atiendan bien porque esto continúa con la siguiente descripción de la personalidad de los trolos que todos conocemos, lo que hace a estos versículos irrefutables; «Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican».

¿Qué tul chiques? Se que lo van a leer de vuelta porque no lo pueden creer.

Segunda Parte

Entonces, en primer lugar, ¿a quien carajo le importa la esposa o el esposo del embajador o la embajadora?

Pero en esta caso llamó la atención porque el actual embajador del mal publicó en su carta de presentación sin que nadie se lo pidiera, que su esposo, puto como él, siempre le apoyó en su carrera diplomática.

Desgraciado, degenerado, descarado y maleducado, de entrada le falta el respeto al pueblo paraguayo que en su mayoría le asquea esta pecaminosa mala costumbre de echarse entre varones y más aún casarse.

Por sobre todo, Mark Ostfield es un feroz desubicado y desencajado con respecto al propio gobierno que representa, hoy usurpado por otro degenerado comprobado y probadamente ilegítimo el cual hace cosas deleznables como estas, claro, por el fruto se conoce al árbol.

Un embajador de mierda para un gobierno de mierda, en esto si hay 100% de acierto. Aunque el detalle de la sangre siria del burrito me hace recordar que en Siria justamente a los homosexuales los lanzan al precipicio de altos riscos para que se descuartizen al tocar tierra.

¿Lo sabían? No se hagan los boludos.

De modo que no podrían mandarles por esos lares a este embajador con su esposo porque terminarían como dos huevos crudos lanzados contra la pared cuando se estrellan con el fondo del precipicio luego de ser tirados al vacío.

Notable que un país de mayoría musulmana cumpla con lo que manda la Biblia y los países de mayoría cristiana no lo hagan aún cuando el apóstol Pablo lo deja tan claro: «que los que practican tales cosas son dignos de muerte».

Shame on you pair of faggots, go home.

Shabat shalom

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