Las acciones en el Banco Visión de Cruce Liberación (San Pedro) que asustaron y sorprendieron al Ministro del Interior, tienen todas las características de aquello que se conoce como ejercicios pre revolucionarios.
Un ejercicio pre revolucionario es, por definición, un ensayo que se hace para medir las capacidades de reacción, coordinación y tiempos de respuesta de las fuerzas de seguridad ante cualquier ataque de cierta magnitud. Por otro lado, tienen un segundo componente algo más sutil, que es que cuando los delincuentes tienen éxito, dejan sembrada la sensación de que cualquiera puede hacerlo, que es fácil.
El ministro Juan Ernesto Villamayor como primera (y única reacción aparente) ante el ataque, fue un estéril intento por minimizar el hecho afirmando que: “Sorprende el gran despliegue porque no había mucho dinero en la sucursal”. ¿De verdad piensa el ministro que la cuestión era por dinero? ¿Cree, acaso, Villamayor, que una organización con más de 50 hombres, vehículos, francotiradores, acceso a explosivos y armas de guerra no sabía que en esa sucursal manejaban poco dinero? ¿Está seguro que los delincuentes no hicieron inteligencia antes de semejante osadía en una zona saturada de fuerzas de seguridad y militares? Lamento, señor ministro, comentarle que es evidente que este grupo hizo todo lo que usted no: se prepararon, pensaron, estudiaron y, finalmente, actuaron; dejándolo completamente en ridículo.
Si sigue demorando las acciones concretas que este tipo de flagelo exige, si sigue subestimando la verdadera dimensión del problema va a ser tarde, y el problema finalmente se le terminará yendo de las manos. Porque no es como afirmó ayer: “se debe empezar a trabajar sobre hipótesis alternativas al mero robo de dinero”, la inteligencia deber ser siempre previa, cuando el primer tiro fue disparado… ya es tarde.