Descubrir la sexualidad en las aulas antes de los 6 años, dar un enfoque socioemocional a la enseñanza de Matemáticas, facilitar la construcción de género sobre valores de igualdad en la educación Primaria… La oposición al Gobierno de Pedro Sánchez ha reaccionado con contundencia al contenido de los decretos que deben desarrollar la nueva Ley de Educación, la conocida como Ley Celaá.
Dos aspectos revelados en las últimas horas han centrado las críticas Partido Popular, Vox y Ciudadanos. Por un lado, la educación sexual en el ciclo Educación Infantil, de 0 a 6 años. Por otro, el enfoque “socioemocional” que se quiere imprimir a la enseñanza de matemáticas en el ciclo de Primaria (de 6 a 12 años).
Los borradores de los decretos que desarrollan la Ley de educación, parte de cuyo contenido publican este 9 de agosto Abc y El Mundo, han sido remitidos a las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas –que tienen transferidas las competencias en la materia- para que presenten alegaciones.
¿Qué dicen estos textos? “En esta etapa”, explican en relación a la Educación Infantil, “se inicia la construcción sexual y de género, sin distinción entre ambas. La intervención educativa debe favorecer el descubrimiento personal de la sexualidad y la construcción de género a través de valores de igualdad y modelos no estereotipados».
La Ley Celaá –llamada así por la anterior titular del Ministerio, Isabel Celaá, que salió del Ejecutivo en la crisis de Gobierno realizada por Pedro Sánchez el pasado 11 de julio-, propone como ideas generales que a los alumnos se les explique, entre otras cuestiones, “la función social de los impuestos y lajusticia fiscal”, la “igualdad de mujeres y hombres” y “el valor del respeto a la diversidad, fomentando el espíritu crítico, la cultura de paz y no violencia y el respeto por el entorno y los animales”.
La ex ministra de Educación Isabel Celaá.
Los polémicos borradores conocidos ahora señalan que en el ámbito escolar se debe facilitar “el contexto adecuado y el acompañamiento necesario, bajo una mirada atenta, paciente y respetuosa, para que los bebés puedan descubrir el placer que les proporciona la actividad por iniciativa propia, que es su principal necesidad en relación con su entorno, en un ambiente estimulante de seguridad, calma y tranquilidad”.
Añade el decreto que esto permitirá a los escolares de 0 a 6 años ir conociendo “su cuerpo global y parcialmente”, así como “sus posibilidades perceptivas y de acción, expresión y movimiento, así como sus limitaciones, siendo capaces de identificar las sensaciones que experimenta, disfrutar con ellas y servirse de las posibilidades expresivas del cuerpo para manifestarlas»
Esto ha sido interpretado por la oposición como una intromisión en el derecho de los menores. Ana Pastor, vicesecretaria de Política Social del partido Popular y ex ministra de Sanidad y ex presidenta del Congreso de los Diputados, ha criticado al Gobierno, lo ha acusado de lanzar “serpientes de verano” y ha afirmado que el contenido de los decretos que desarrollan la ley de educación “son una solemne bobada”.
En referencia al “sentido socioemocional” que se debe dar a la enseñanza de Matemáticas en Primaria, ha afirmado. “En vez de estar preocupados por que las niñas y los niños tengan una educación de calidad, porque haya evaluación [de sus aprendizaje], porque la EBAU [prueba de acceso a la Universidad] sea nacional, o porque no haya fracaso escolar, nos encontramos con estas matemáticas socioemocionales. Si lo hicieran a propósito no lo harían peor”.
La exministra Pastor ha añadido: “Alguien ha perdido el norte. Lo importante es aprender Matemáticas, Lengua, todas las áreas del conocimiento. Le pedimos al gobierno que en ese real decreto retire estas cosas que no aportan nada al conocimiento y se preocupe de la evaluación de los niños. Las bobadas no le interesan nada a los españoles”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, en una reciente intervención en el Congreso de los Diputados.
El líder de Vox, Santiago Abascal, por su lado, ha sido escueto y categórico: “¡Apartad vuestras manos de nuestros hijos, chusma totalitaria”.
En esta línea se pronunció el responsable de la formación en el Congreso, Joaquín Robles, en conversación con Infobae: “Esta propuesta -que es un borrador y no se puede descartar que el Gobierno dé marcha atrás- choca con la Constitución. El artículo 27.3 dice que los padres tienen la última palabra sobre la educación moral de sus hijos” dentro del sentido común y la legalidad.
Robles sostiene que se trata de una nueva “injerencia del Gobierno” que “cada vez que toca poder pretende transmitir e imponer su ideología a través de las instituciones que son públicas”.
Por su lado, el vicesecretario general de Ciudadanos y portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, ha explicado a Infobae que esta ley es producto “del sectarismo y la demagogia; de la ideología que se impone sobre la razón”. Recuerda Bal que su formación se opuso a la Ley Celaá, que pidió que se tramitara con más cautela y que, sobre todo, se tuviera en cuenta a los expertos. “Hemos pedido siempre un pacto de Estado” sobre Educación. “No puede ser que haya una ley del PP, otra del PSOE… Este es el fracaso de nuestro sistema: aportar ideología a la educación”.
El portavoz de la los liberales considera un “disparate” la enseñanza socioemocional de las Matemáticas, igual que introducir educación sexual en las aulas de 0 a 6 años. “¡De qué estamos hablando! El desarrollo sexual aparece mucho más y tarde”, dice.
La Ley Celaá se aprobó con el apoyo fundamental de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), “a cambio de introducir el catalán como lengua vehicular” en la enseñanza, desplazando al castellano, recuerda Ciudadanos.
Bal recuerda que algo pasa en el sistema cuando España sale en las últimas posiciones de los informes internacionales sobre niveles educativos. Desde la reinstauración de la democracia, en 1977, España ha aprobado ocho leyes de Educación diferentes.