El gobierno de los Estado Unidos, a través de su Secretario de Estado, Antony J. Blinken, emitió un comunicado donde reitera la necesidad de incluir a Taiwán en la Asamblea Mundial de la Salud, argumentando que Taiwán es un «socio confiable y una democracia vibrante».
«Los desafíos de salud global y seguridad sanitaria global no respetan fronteras ni reconocen disputas políticas. Taiwán ofrece valiosas contribuciones y lecciones aprendidas de su enfoque de estos temas», agregó en otro pasaje.
El Departamento de Estado, finalizó el comunicado instando a la invitación inmediata de Taiwán a la Asamblea Mundial de la Salud.