La casa de moda de lujo Balenciaga causó un gran escándalo al difundir su nueva campaña de publicidad en la que decidió mostrar a niños abrazando osos de peluche vestidos con ropa de bondage o sadomasoquismo.
Las fotografías de la campaña de la compañía mostraban a niños pequeños vestidos con la línea Balenciaga Kids y acompañados de muñecos de peluche que estaban vestidos con accesorios y prendas asociados al sadomasoquismo.
Esta nueva campaña fotografiada por Gabriele Galimberti, las imágenes eran parte de una serie de proyectos llamada ‘Toy Stories’, con las que la marca pretendía lanzar accesorios para el hogar.
Pero esta no fue la única polémica con la campaña publicitaria. Desatado el escándalo, muchos se pusieron a revisar los detalles de las imágenes y este fue el resultado:
En esta primera imagen, a priori una modelo normal, adulta, posando con la nueva colección de invierno pero, si se hace zoom sobre la misma se ve un libro con un nombre: Michael Borreman. ¿Quién es? Un señor cuyo libro más famoso es uno donde ilustra la pornografía infantil de manera abierta (esta información se puede verificar simplemente realizando una búsqueda en Google.
En otra de las imágenes de la campaña, a simple vista se ve uno de los bolsos de la nueva colección, pero, una vez más, si hacemos zoom en la imagen podemos apreciar que en los papeles se pueden leer referencias a un famoso caso en el que la justicia estadounidense, de alguna manera, legalizó la posesión y uso de pornografía infantil para fines personales.
También, no podía faltar, en la campaña se hace referencia al antiguo dios cananita, Baal, dios que exigía el sacrificio de niños. En la cinta que se aprecia en la imagen, se ve el nombre de la firma pero con doble A: «BAALenciaga».
Un detalle que podría parecer inofensivo pero no lo es, son los zapatos rojos del niño que posa en la foto; en una de las pocas confesiones realizadas por el pederasta confeso, Jeffrey Epstein, mencionó que era una condición «indispensable» para concurrir a su isla, el uso de zapatos rojos.
También, la campaña de Balenciaga incluía peluches con vestimenta sadomasoquista.
Balenciaga, en una medida orientada a distraer y desviar la atención, borró la campaña de sus redes sociales e intentó pedir perdón a la comunidad: «Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña», decía el comunicado publicado la tarde del martes. «Nuestros bolsos de oso de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos eliminado inmediatamente la campaña de todas las plataformas». De todos modos, sabemos que la firma aprobó la campaña, caso contrario nunca hubiera visto la luz, las disculpas no alcanzan.