La historia inició a finales de 1998 cuando la Secta Moon realizó un préstamo de US$15 millones a la firma Victoria Terrace para comprar tierras en la zona de Puerto Casado. En el 2012 los derechos de la deuda fueron adquiridos por el “Grupo Cusabo”, pero pasaron dos años y no se cumplió con el pago, entonces se plantearon acciones judiciales para cobrar el dinero. A la par también la Secta Moon presentó acciones legales contra el Grupo Cusabo, desde entonces se inició una lucha en tribunales que sigue hasta hoy.
El relacionamiento entre Preston Moon y la senadora Lilian Samaniego surge casi como una obligación para los representantes de la secta de contar con contactos políticos para que el conflicto no pase a mayores, por lo cual se establece una larga relación con la misma.
En ese entonces, Lilian era presidente del partido del gobierno y también miembro del consejo de liderazgo de la fundación Global Peace de la cual Preston Moon es fundador y presidente, pero ella ha perdido poder debido al desgaste de sus miembros.
Entonces, la visita de Velázquez a Puerto Casado responde en la necesidad de “mediar”, sin embargo, tras oír las peticiones, omitió el recorrido por el sitio y fue directamente hasta una propiedad de la firma Atenil donde, casualmente, asistió a un almuerzo con los arrendatarios de las tierras de la Secta Moon (Atenil SA), que es encabezada por Diego Puente, quienes llamativamente estarían ligados a la supuesta presencia de paramilitares extranjeros en esa misma zona.
El debilitamiento de Lilian Samaniego en el esquema de poder local, ha obligado a Velázquez a salir a respaldar a las empresas y a la secta Moon en detrimento de los casadeños.