Gritos, corridas, empujones e insultos. La policía brasileña golpeando a los jugadores, cuerpo técnico y consejo de futbol de Boca Juniors.
Gases lacrimógenos, vallas por el aire, piñas y patadas, integrantes del plantel argentino detenidos y jugadores encerrados en un vestuario hasta altas horas de la madrugada describen, cabalmente, la porquería en la que se ha convertido la CONMEBOL en manos de Alejandro Dominguez.
«Vimos todos que Boca ganó los dos partidos claramente. Yo a veces me puedo hacer el boludo en responder, pero acá todo vimos lo que pasó: no nos dejaron pasar. La Copa Libertadores está perdiendo mucho prestigio», declaró Juan Román Riquelme, ídolo histórico y actual vicepresidente de la institución xeneize.
Caos, escándalos, robos con y sin VAR, en eso se ha convertido la CONMEBOL.