Ya te preguntaste por qué el mundo vuelve a estar tan polarizado y por qué tanta violencia contra los que piensan diferente.
En este tiempo, si afirmas o elogias un punto de vista o una idea te tildan de lo peor, cuando el riesgo de un escrache es alto solo por opinar diferente y esa opinión pueda ser considerada ofensiva y condenatoria, es porque aún no pudieron contigo tanto las Fake News, a la que ahora también se le suman el monopolio de las Redes y los organismos internacionales. Hoy hay una guerra contra todo lo que sea patriótico y tradicional.
¿Somos conscientes o somos incondicionales al creer que lo que suena “modernoso” y actualizado está inherentemente bien? Debemos ser conscientes de que como sociedad fuimos seducidos y engañados por grupos que, con alta tecnología, actores famosos y celebridades influyentes (que cobran millones para lograr tu aprobación) así lo pensaron ellos de acuerdo con sus apetencias. ¿O pensás que te hubieses ocupado en pensar quién sería el presidente de los Estados Unidos si no fuera por sus “influencers”?
Estos grupos de poder pretenden que las cosas se hagan a su manera y van con una agenda bien estudiada, y con una ejecución sistemática a nivel global. Para lograr el objetivo, no les importa las veces que tengan que mentir, lo importante es atraer a las masas carentes de apoyo emocional y de la conciencia necesaria para saber qué es lo que pasa. Les dan lo que ellos piensan que necesitan, bajo la consigna de una comprensión y un amor que a todas luces no es real; porque el amor ama, no destruye.
A los globalistas el individuo no les importa, buscaban tu aprobación, tu voto… y caíste, ya estás en ese lugar sin sentido que pensaron para vos, pero ahora estás confundido, estás pensando si la gente se puede enojar contigo, si podés perder tu trabajo o quedarte sin amigos. Esa confusión es buena, es la señal que te indica que lo que te dicen que es bueno para vos no necesariamente lo es, no te gusta.
Podés despertar o seguir hacia el abismo. Que la validación social no te desespere a tal punto de obligarte el silencio y la obediencia. Vienen con odio usando palabras de amor. Pero el amor al final, ama. Hoy día, los que amamos a nuestra patria y a nuestras tradiciones somos la resistencia. No le tengas miedo a los ataques, al final, el amor siempre triunfa.
Los globalistas están creando una distopía mundial: con una especie de estrategia fabiana están arruinando a países enteros para luego someterlos a través del auxilio de sus créditos. Cuando los pueblos despierten quizás ya sea demasiado tarde, porque ya han pasado un punto sin retorno. Sin recursos ya no tienen la autonomía para volver atrás y recuperar lo perdido, tienen que someterse al gobierno mundial. Acordate siempre, vos como individuo, que el amor triunfa siempre y no pierdas la fe. Que nadie te haga sentir vergüenza por amar a tu país y por abrazar tus tradiciones. Con la vergüenza viene el silencio, y con el silencio ellos consiguen someternos. No dejemos que se pase el punto de no-retorno.