El Congreso Nacional de Honduras aprobó este jueves una reforma de la Constitución que busca blindar la prohibición absoluta del aborto que ya existe en el país.
La reforma al artículo 67 está orientada a impedir que el aborto pueda ser legalizado en el futuro en Honduras, uno de los pocos países del mundo donde está prohibido en todos los casos incluyendo violación, malformación grave del feto o cuando la vida de la mujer embarazada está en serio peligro.
Al respecto, entre otras organizaciones de «derechos humanos» se pronunció la Organización de las Naciones Unidas, quién se sumó este sábado al rechazo de un decreto de ley aprobado por el Parlamento de Honduras que prohíbe el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país y exhortó al poder Legislativo a reconsiderar la ratificación de la reforma.
En un comunicado, Naciones Unidas expresó «su preocupación» por la aprobación el jueves de un decreto que incorpora la prohibición absoluta del aborto en artículo 67 de la Constitución de Honduras y del artículo 112 referente a la prohibición del matrimonio igualitario.
La ONU reiteró que la reforma constitucional «contraviene las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, pues impide el abordaje de un problema de salud pública que la penalización del aborto en todas sus modalidades ya provoca».