El presidente Mario Abdo cerró el año firmando el decreto que conformaría la comisión encargada de negociar con el República Federativa de Brasil, los nuevos términos del Ente Binacional Itaupú de cara al 2023.
El decreto, inicialmente habla solo de aquellas instituciones que conformarían la comisión pero sin especificar quienes serían los interlocutores por cada una de ellas, lo que dejaría palmariamente claro que no tiene idea acerca del perfil que quiere darle a la comisión o, lo que sería mucho más grave, el perfil es inconfesable.
Incluso dándole el beneficio de la duda al presidente, y teniendo en cuent que estamos acostumbrados a las dudas del primer mandatario, en este caso puntual es sumamente peligroso, puesto que en la vereda de enfrente se encuentra un feroz negociador como lo ha sido siempre el Palacio de Itamaraty.
Tampoco se debe pasar por alto el contexto donde el presidente firma el decreto de conformación de la comisión negociadora. Hablamos de la llegada del FBI a nuestro país y de la instalación de un Centro de Monitoreo Brasilero en las instalaciones del ente binacional, lo que podría estar marcando la necesidad de ceder soberanía por parte de Mario Abdo a cambio de apoyo que le permite cierto grado de gobernabilidad, atendiendo que el partido de gobierno se encuentra dividido y la «oposición” con la que negociara al inicio de su mandato es altamente volátil.
Luego, se filtraron nombres de los posibles integrantes del comité: Ernesto Rivas por el Ministerio de Relaciones Exteriores; Juan Ernesto Villamayor por el Gabinete Civil de la Presidencia de la República; Arnoldo Wiens por el Ministerio de Obras Públicas, Luis Villordo por la ANDE y el (tibio) Economista Jeffrey Sachs como asesor técnico.
Independientemente que se trata de un grupo que, en su mayoría, son profanos en materia energética, son personajes que están sospechados, como en el caso de Villamayor, quien fue señalado por investigadores del Brasil por la sospecha que el ex ministro del Interior pidió una coima de USD 2 millones, para impedir que Darío Messer sea extraditado.
Debemos estar atentos, ya que este decreto firmado entre gallos y medianoche por el presidente Mario Abdo, revive los fantasmas de la “traición a la patria” del último acuerdo con Brasil. Ni el presidente ni los elegidos para esta comisión generan confianza en la ciudadanía paraguaya, lo que nos dejaría con solo una carta por jugar…la negativa a aprobar cualquier pacto lesivo para los intereses nacionales por parte del Congreso paraguayo.
ND