Las declaraciones de Mario Grana a un medio radial, donde manifestó que con kits de alimentos ellos no podían pagar los servicios básicos como luz, agua y demás, calaron hondo en la directiva azulgrana, al punto que se decidió desvincular al formador de inferiores de la institución.
Esta destitución de un jugador insignia del club y los malos manejos del clan Zapag, provocaron la renuncia masiva de los restantes miembros directivos formativos.
En una nota de renuncia dirigida al presidente de la Fundación Cerro Porteño, Víctor González Acosta y firmada por Eligio Daniel González, Sub Coordinador de la escuela de fútbol, todos los responsables de las diferentes categorías formativas del club, hicieron conocer su postura a la dirigencia azulgrana.